Vamos por otro sexenio perdido, sino se hacen los cambios adecuados.  

Por Víctor Barrera  

La última información que ofreció el INEGI y que se refiere a un adelanto del comportamiento de la economía durante el2021, será un tema a debatir por los próximos meses, hasta que se dé un resultado final de los números reales del 2021, que podría ser el próximo mes de marzo. 

Mientras tanto estos resultados presentan una contracción de menos 0.1 por ciento en el último trimestre de 2021, con respecto al trimestre inmediato anterior. Con este dato se muestra que hubo un crecimiento de solo del 5 por ciento por ciento el año pasado lo que no permite compensar la fuerte caída por encima del 8 por ciento que tuvimos durante el 2020.  

Muchos podrán señalar que esto es consecuencia de la pandemia del covid-19 y la fuerte crisis mundial que provocó, sin embargo, muchos países han logrado superarla desde el año anterior y sus economías se han fortalecido, el factor de esto fue la aplicación de políticas económicas que fortalecieron sus sectores productivos, mientras en México no se hizo absolutamente nada y se dejó  que los propios sectores actuaran como pudieran para sobrevivir, el resultado es que muchas de ellas no lograron la supervivencia. 

A esto se le agrega, que la presente administración tampoco ha estimulado las condiciones para mantener las inversiones dentro del país y estas han salido en busca de otras naciones donde puedan hacer crecer sus ganancias. 

Pero más allá de todo esto que ya hemos visto, deberemos entender que, si este gobierno federal no hace algo por empezar a establecer una política económica para buscar un crecimiento en nuestra economía, seguiremos viendo resultados negativos que perjudicaran más a los que menos tienen. 

Esto significa que a cada uno de los habitantes de este país obtendremos un menor ingreso del que teníamos durante los años anteriores.  

Además, sin recursos para la gente, no habrá ventas de las empresas, las cuales reducirán sus utilidades y en algunos casos, ciertas empresas registraran pérdidas, por lo que su subsistencia está en riesgo. 

Esto dará como resultado menor creación de empleos formales porque algunas empresas se verán obligadas a reducir su plantilla de personal, afectando sobre todo al personal de menores ingresos o que tiene menos tiempo de laborar en la empresa o que estén menos calificados. 

Las estadísticas nos muestran que cada año la Población Económicamente Activa crece en cerca de tres millones de personas, mientras que el número de puestos formales en la economía mexicana apenas puede crear una tercera o cuarta parte de nuevos empleos anuales.  

Esto deja a muchas personas dentro del sector laboral formal y buscan otras alternativas que van desde incorporarse a la economía informal o incluso dedicarse a la delincuencia y esto agrava el problema social y de inseguridad que ya tiene el país. 

Todo esto nos lleva a que ante una recensión como la que estamos viviendo desde hace varios meses significa menor recaudación fiscal, lo que implica otro problema y es que el gobierno federal para mantener los servicios que ofrece para los mexicanos tendría que elevar sus tarifas y esto deberá ser pagado por la gente, que significa un menor poder de compra de otros productos. 

Si llegamos a estos puntos, para volver a reactivar la economía se necesitarán muchos recursos que ante la falta de inversiones tendrán que salir del gobierno federal, pero esto a través de un endeudamiento que nos llevaría a escenarios que vimos en la década de los 80 y que logramos salir hasta principios de este nuevo siglo. 

Es necesario que este gobierno vea con claridad todo este panorama para que haga algo al respecto o tendremos una sociedad nuevamente cansada de tanta mentira, de mirar un México que no es igual al que pintaron con promesas y que solo nos dejara otro sexenio perdido en nuestra historia. 

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