Los ministros de Relaciones Exteriores del G7 condenaron este viernes la represión “brutal” en Irán en respuesta a la oleada de manifestaciones que vive el país desde la muerte de Mahsa Amini.
“Condenamos el empleo brutal y desproporcionado de fuerza contra manifestantes pacíficos”, dijeron los ministros en un comunicado adoptado tras dos días de reunión en Munster, Alemania, expresando su “apoyo a las aspiraciones fundamentales del pueblo iraní a un futuro donde la seguridad y los derechos humanos sean respetados y protegidos”.
Irán se ha visto sacudido en las últimas seis semanas por manifestaciones que han dejado decenas de muertos, tras la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años que fue arrestada en Teherán por la policía de la moral, acusada de incumplir el código de vestimenta de la República Islámica.
El grupo de economías más avanzadas del mundo criticó también las “actividades desestabilizadoras (de Teherán) dentro y fuera de Oriente Medio”, como la transferencia de armas, incluido drones, “a agentes estatales y no estatales”.
Kiev y los occidentales acusan a Teherán de proporcionar drones de combate a Rusia para su guerra en Ucrania, algo que los dos países niegan.