López Obrador no trajo nada positivo durante su estancia en Estados Unidos.

Por Víctor Barrera 

Funcionarios mexicanos se mostraron contentos por haber obtenido “promesas” de inversionistas estadounidenses, de aplicar 40mil millones de dólares al país, desde lo que queda del 2022 hasta el término del sexenio de López Obrador. 

Pero de acuerdo a cifras de organismos dependientes del estado como es el INEGI, el flujo de e inversión de Estados Unidos a México en lo que va de este sexenio ha sido de 46 mil 7771 millones de dólares, que representa 1 mil 200 millones de dólares por mes. 

Si hacemos lo mismo por lo prometido, en lo que resta del año la cifra por mes será de 1 mil 212 millones de dólares, la diferencia es importante pero realmente no tan significativa. 

Si comparamos las inversiones con el periodo de Enrique Peña Nieto, nos muestra que esta inversión en promedio por mes fue de 1 mil 180 millones de dólares al mes una diferencia de 20 millones de dólares por mes entre ambas administraciones. 

Esto significa que en realidad no se aplicara mucha más inversión a la suficiente para cubrir el porcentaje por inflación anual en México. 

Nuevamente vemos que esta administración ha hecho poco para incentivar a mayor inversión privada del extranjero y por supuesto de la nacional también, lo que muestra el poco crecimiento que México ha obtenido en lo que va de la administración de López Obrador que en promedio anual no es siquiera un punto porcentual, cuando prometió crecimientos de entre 4 y 6 por ciento anual. 

Esto también derivado a las decisiones políticas tomadas por López Obrador de hacer una economía autosuficiente y cerrar, solo para el estado el sector energético, que debe señalarse es uno de loso sectores donde se inyecta mayor inversión. 

Esto también nos muestra que México ha dejado perder grandes oportunidades para atraer inversiones que puedan ser aplicadas en infraestructura, desarrollo de la ciencia y tecnología. 

Lo que debe hacer esta administración es aprovechar que el nivel de inflación en estados unidos es alto, 9,1 por ciento, algo que ni el empresario norteamericano más pesimista hubiera pensado, por lo que muchos de estos empresarios buscan colocar  parte de sus ganancias en países que les permitan obtener ganancias y por supuesto México, por muchos factores  es el indicado, pero seguimos atorando ese flujo por la alta inseguridad, violencia social y la incertidumbre jurídica de respetar los contratos y acuerdos tomados por parte de este gobierno. 

Si tomamos en cuenta que esta presión inflacionaria en Estados Unidos se mantendrá por lo menos en un mediano plazo, y que la reserva Federal para mantener recursos económicos subirá su tasa de interés, algunos analistas señalan que podría ser un punto porcentual, México debe mantener esa política monetaria espejo para atraer esos capitales que buscan esas ganancias. 

Recuerdo que México mantiene muchas ventajas en comparación a otros países para atraer inversiones. Además de la cercanía geográfica y los tratados comerciales, por lo que deberá trabajarse en la promoción de las energías limpias; en la capacitación de la mano de obra en las nuevas tecnologías y la apertura al libre comercio en todos los sectores para atraer inversiones que crearan riqueza y por supuesto una mejor calidad de vida. 

Pero lamentablemente vemos muy difícil que esta administración federal cambie su política pública, por ello deberemos esperar que en la próxima administración federal llegue alguien que si entienda de economía que ordene a sus secretarios de Estado a realizar trabajos a favor del desarrollo de México y que no solo sean un “florero” en la administración. 

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