Si son iguales

Por Víctor Barrera

Todo hace pensar que en el caso de Hernán Bermúdez Requena, quien es también militante de Morena, ahora con suspensión de derechos políticos, terminará únicamente en que el exsecretario de seguridad pública de Tabasco es el único culpable de tener nexos con el grupo delincuencial La Barredora.

Claudia Sheinbaum y el ejército de legisladores de Morena se han encargado de allanar el camino, para que Adán Augusto López, quien aún sigue escondido, pueda salir nuevamente sin ningún raspón de responsabilidad sobre los actos de su ex secretario de seguridad.

De tal forma que regresamos al punto inicial, donde aseguraban los de Morena, “que no son iguales a los de antes”. Pero de alguna manera se empeñan en mostrar que, si son iguales, que su actuar es el mismo a los de antes, pero con mayor voracidad.

Es decir, el proteger y encubrir con una serie de pretextos en los casos que ameriten hacerlo y con ello manifestar que son distintos y que sí existe un cambio profundo en la forma de hacer las cosas y más aun cuando el personaje en cuestión tiene un primer nivel dentro de la estructura del poder en México

Afirman, los militantes y seguidores de Morena que no protegerán a nadie y que están a favor de que se aplique la ley pero cuando son ellos mismos quienes la violentan, entonces, los argumentos comparativos con los de antes, se hacen valer para que el o los personajes señalados sean paulatinamente perdonados y exonerados de cualquier culpa.

El caso Hernán Bermúdez es de un impacto tal que podría llegar hasta el Mesías de Morena y mancharía la historia que quieren tejer sobre él como el mejor presidente de México.

Pero resulta que Adán Augusto, quien fue calificado en alguna ocasión como “mi hermano” por el oriundo de Macuspana, está altamente involucrado, porque él como mandatario estatal, tuvo que haber realizado una investigación profunda de Hernán Bermúdez antes de colocarlo en el puesto de secretario de Seguridad Pública.

Por ello, la responsabilidad de Adán Augusto López no puede ser eludida con la frase de “actúo de buena fe” como lo expresó recientemente el vocero legislativo Arturo Ávila.

La estrategia de Morena fue dejar escapar a Hernán Bermúdez y ocultar a Adán Augusto, pero ante la presión social, no queda más que fingir que se realizan pesquisas para conocer el paradero del ex secretario, pero no nombrar a Adán Augusto.

Esto demuestra como desde el poder se protege a quienes están en problemas, sin importar el nivel de esos problemas, el caso es deslindar a sus lideres y culpar a quine este más abajo. Lo lamentable es que Claudia Sheinbaum se ha prestado, con conocimiento o no de causa, a encubrir a un militante de Morena.

Los principios fundamentales del partido “No mentir, no robar, no traicionar” son olvidados y pretenden que la población entera lo haga también. Para ello abren frentes en contra de la oposición para señalar “el ladrón, el ladrón” pedir se castigue a esos antipatriotas, a los traidores a los que, si son cómplices del crimen organizado, porque ellos, los de Morena, no son igual y si hacen juicios y procesos penales contra los malos.

Morena intenta engañar a la gente par evitar que sea el “pueblo sabio” quien exija que se haga valer la ley, porque entonces en un país, donde el titular del poder Ejecutivo de los tres niveles sabe lo que pasa en su entorno si hay responsabilidades.. Es decir, el gobernador, en este caso conocer lo que realizaba su secretario de seguridad pública, y el presidente debería saber lo que pasaba en Tabasco.

No se ve que cambien las coas. El poder protege a los suyos sacrificando a los de menor rango, pero la culpa es de todos. Es muy probable que no cambien las cosas, pero es el momento para que “el pueblo sabio” abra los ojos y no permita ser engañado.

En pocos años Morena a demostrado que lamentablemente si son igual a los de antes. Es necesario cortar de tajo y no permitir que crezca aún más.

Related posts