El ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, procesado judicialmente por corrupción, ha amenazado con quitarse la vida para “no soportar más humillaciones”.
“El día que me quieran volver a vejar me mato, porque ya no voy a soportar más humillaciones”, ha afirmado, según recoge el diario ecuatoriano El Universo.
La jueza de Garantías Penitenciarias de Pichincha Soledad Manosalvas ha examinado los dos últimos días el recurso de habeas corpus presentado por la defensa de Glas.
Manosalvas decidirá sobre el recurso este lunes en una resolución oral tras haber escuchado a los testigos presentados por la defensa de Glas y la versión del Servicio de Atención a Personas Privadas de la Libertad (SNAI), la Procuraduría General y el Ministerio de Salud Pública (MSP).
Este proceso se suspendió el pasado lunes debido a dos amenazas falsas de bomba en el Complejo Judicial Norte, donde se celebraba una vista. El caso ha movilizado a los simpatizantes del ex presidente Rafael Correa y de Glas, que se han manifestado a favor de su puesta en libertad.
La defensa de Glas denuncia que no se le está dando la atención médica que requiere y que su celda es un cuchitril, una mazmorra que tiene objetos que le podrían ocasionar un corte que sería complicado en su estado de salud.
Las autoridades sin embargo sostienen que se han cumplido las recomendaciones dadas para proteger la vida y la salud de Jorge Glas, incluidos los seguimientos médicos multidisciplinarios necesarios.
Sobre Glas, en prisión desde finales de 2017, pesan dos condenas en firme por delitos relacionados con actos de corrupción: seis años por una asociación ilícita en la trama de corrupción de Odebrecht y ocho años de prisión por cohecho dentro del caso Sobornos 2012-2016.
Además, ha sido sentenciado en primera instancia a ocho años de cárcel por el delito de peculado como parte del denominado caso Singue, causa penal que está a la espera de que se defina una fecha para la fase de apelación del fallo.