
Decenas de miles de estadounidenses asistieron el sábado a concentraciones para protestar contra la postura agresiva del presidente Donald Trump en las principales ciudades, desde Nueva York a Atlanta y Los Ángeles, en una jornada empañada por el asesinato de un legislador demócrata en Minnesota.
Las protestas marcaron la mayor oleada de oposición a la presidencia de Trump desde que regresó al poder en enero, y se produjeron el mismo día en que miles de militares, vehículos y aviones marcharán y sobrevolarán Washington DC en un desfile para celebrar el 250 aniversario del Ejército estadounidense.
El presidente republicano ha ordenado el envío de tropas de la Guardia Nacional e infantes de marina estadounidenses a Los Ángeles, una ciudad fuertemente demócrata, un despliegue que el gobernador de California, Gavin Newsom, ha impugnado ante los tribunales.
Grupos anti-Trump planearon cerca de 2,000 manifestaciones de diverso tamaño en todo el país para coincidir con el desfile. Muchas se están llevando a cabo bajo el lema “No a los reyes”, afirmando que ningún individuo está por encima de la ley.
Todas las protestas “No a los reyes” previstas en Minnesota se cancelaron después de que el gobernador demócrata de Minnesota, Tim Walz, dijera que se trataba del “asesinato por motivos políticos” de un legislador demócrata y de que otro resultara herido.
“Los espantosos asesinatos selectivos del senador Hoffman y el diputado Hortman no son sólo horribles, son actos de extremismo político y un ataque a nuestra propia democracia”, declaró el líder de la minoría demócrata en el Senado de Estados Unidos, Chuck Schumer. “Aquí es donde conducen el odio y la retórica violenta”
Trump también condenó el tiroteo, diciendo: “Una violencia tan horrible no será tolerada en los Estados Unidos de América.”
La gente que se dirigía a Washington para el desfile se encontró con una presencia masiva de seguridad, con unos vallas negras de 2.4 metros de altura, gran parte de ellas reforzadas con barreras de tráfico de hormigón, acordonando calles y monumentos emblemáticos circundantes, incluido el Monumento a Washington.
Las celebraciones costarán al Ejército de Estados Unidos entre 25 y 45 millones de dólares, según han declarado funcionarios estadounidenses a Reuters. Esta cifra incluye el desfile en sí, así como los gastos de traslado del material y de alojamiento y alimentación de las tropas.
Los críticos han calificado el desfile como una muestra autoritaria de poder que supone un despilfarro, sobre todo teniendo en cuenta que Trump ha dicho que quiere recortar gastos en todo el Gobierno federal.