Putin descarta un cese al fuego en Ucrania

Tras una serie de ofensivas del Ejército ucraniano, que en los últimos días ha asestado duros golpes a Rusia, el presidente ruso, Vladimir Putin, declaró este 4 de junio que duda de la posibilidad de un cese el fuego en Ucrania, así como una reunión entre líderes, como pide Volodímir Zelenski.

Putin calificó de “terroristas” los recientes asaltos de Kiev, que incluyen la Operación Telaraña, con la que Ucrania alcanzó bases aéreas militares del Kremlin, entre ellas zonas remotas como Siberia, por lo que el mandatario ruso desestimó, de manera frontal, una tregua en Ucrania.

Si bien el Kremlin ha protagonizado dilaciones en medio de los intentos de Estados Unidos por alcanzar un alto el fuego entre las partes, este miércoles 4 de junio, declaró abiertamente que duda de cualquier posibilidad de cesar los ataques y de sostener un encuentro de alto nivel, como Kiev ha exigido. Putin justificó su postura, al centrar el foco en las recientes acciones del Ejército ucraniano.

Entre los duros golpes propinados por las fuerzas ucranianas, en los últimos días, se encuentra la denominada Operación Telaraña, un ataque sorpresa a gran escala lanzado el domingo 1 de junio contra cuatro bases aéreas rusas a miles de kilómetros de distancia, incluida la remota región de Siberia, con la que destruyó más de 40 aviones de guerra.

Asimismo, durante el fin de semana, Kiev atacó dos puentes ferroviarios en las regiones rusas de Bryansk y Kursk. Y el martes 3, Ucrania reivindicó un asalto con explosivos submarinos contra el puente que conecta a Crimea con Rusia, construido tras la anexión de esa península ucraniana por parte de Moscú en 2014.

“La voladura de puentes en las regiones de Kursk y Bryansk son actos de terrorismo. Las decisiones sobre esos ataques se tomaron en Ucrania a nivel político. ¿Quién negocia con quienes apuestan por el terrorismo?”, declaró el hombre que ordenó la invasión contra su vecino país hace más de tres años, y que ha deja miles de muertos, millones de desplazados y denuncias por violaciones a los derechos humanos.

Además, en una aparente referencia a las mismas palabras usadas contra Moscú por el presidente Volodímir Zelenski, Putin sostuvo que Ucrania “no desea la paz en absoluto”, ya que “implicaría la pérdida de poder”.

Las palabras de Putin llegaron pocas horas después de que Zelenski insistió en un cara a cara con Putin para poner un punto final a la guerra.

“Solicitan una cumbre. Pero ¿cómo se pueden celebrar reuniones en estas condiciones? ¿De qué hay que hablar?”, remarcó el ruso.

Sus declaraciones parecen hundir cualquier esperanza de continuidad de las atropelladas negociaciones directas, las primeras en tres años de guerra y que hasta ahora han tenido dos encuentros en Estambul sin grandes avances hacia un alto el fuego. Hasta ahora, los pactos concretos se han centrado en intercambios de prisioneros de guerra.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró en las últimas horas que, en una conversación telefónica con su homólogo ruso, Vladimir Putin, ambos abordaron los recientes ataques con drones de Ucrania contra Rusia, así como hechos relacionados con Irán.

Durante la conversación, sostuvo Trump, Putin afirmó al líder de la Casa Blanca que Moscú tendrá que responder a los ataques con drones por parte de Kiev.

“Fue una buena conversación, pero no una conversación que conduzca a una paz inmediata”, declaró en una publicación en Truth Social.

“Le dije al presidente Putin que Irán no puede tener un arma nuclear y, en esto, creo que coincidimos”, añadió.

Las declaraciones del mandatario ruso se conocieron horas después de que el presidente ucraniano pusiera una nueva carta sobre la mesa: implementar un alto el fuego hasta que se pudiera concertar una reunión con Vladimir Putin, algo que ahora parece imposible.

“Mi propuesta, que creo que nuestros socios pueden apoyar, es que acordemos un alto el fuego con los rusos hasta que los líderes se reúnan (…) En ese momento, la gente comprenderá que las naciones, Europa, Ucrania y el mundo entero tienen la oportunidad de poner fin a la guerra”, declaró Zelenski desde Kiev.

El jefe de Estado ucraniano añadió que la supervisión del eventual alto el fuego podría debatirse en esa reunión.

Pero Rusia de forma reiterada ha rechazado la exigencia de cesar los ataques para sentarse a negociar con su contraparte. Moscú se ha resistido a los llamados al alegar que primero deben cumplirse sus condiciones. Se trata de un abanico de exigencias que, en resumen, significan la rendición, como remarca Kiev.

De hecho, el pasado lunes 2 de junio, en Estambul, durante la segunda ronda de conversaciones directas desde el inicio de la guerra, los negociadores del Kremlin expusieron en su llamado “memorando de paz” dos opciones para cesar las ofensivas, tajantemente rechazadas por el Gobierno de Zelenski.

?La primera requeriría que Ucrania inicie la retirada completa de todas sus fuerzas de cuatro regiones de su propio país: Donetsk y Lugansk, en el este, y Jersón y Zaporizhia, en el sur, que Rusia ha reclamado como propias, según reportó la agencia de noticias RIA.

Sin embargo, de esos territorios, el Ejército de Moscú controla completamente el primero, pero solo posee alrededor del 70% del resto.

La segunda opción presentada en el llamado “memorando de paz” es un paquete de medidas con las que Moscú presiona a la nación atacada para que detenga sus esfuerzos de movilización y congele el suministro de armas occidentales, condiciones sugeridas previamente por el presidente ruso, Vladímir Putin. 

El documento sugiere que Kiev detenga cualquier redespliegue de fuerzas y prohíba la presencia militar de terceros países en su territorio. Asimismo, el texto ruso propone que Ucrania ponga fin a la ley marcial y celebre elecciones presidenciales y parlamentarias en un plazo de 100 días. 

Tras ese enventual escenario, indica, ambos países podrían firmar un tratado de paz integral que permitiría a Kiev declarar su neutralidad, abandonar su intento de unirse a la OTAN, establecer límites al tamaño de sus Fuerzas Armadas y reconocer el ruso como idioma oficial del país, al igual que el ucraniano.

Estos términos, presentados formalmente por Moscú en Estambul, ponen de relieve la negativa de Putin a ceder en sus antiguos objetivos bélicos, a pesar de los llamados del presidente estadunidense, Donald Trump, para acabar la “matanza” en Ucrania.

Las declaraciones fueron hechas este miércoles por el secretario de Defensa británico, John Healey, durante el encuentro del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania, en la sede de la OTAN, en Bruselas. Una reunión que por primera vez se llevó a cabo con la ausencia de Estados Unidos, desde que esa alianza fue creada para organizar la ayuda militar a Ucrania, hace tres años.

El foco de la cumbre, a la que asistieron altos cargos de casi 50 países, estuvo precisamente puesto en la entrega de armas y municiones adicionales para Ucrania.

“Esta no es solo una batalla de Ucrania, es por la seguridad de Europa, por nuestra seguridad hoy, mañana y para las generaciones futuras”, subrayó Healey.

Por su parte, el ministro de Defensa de Alemania, Boris Pistorius, criticó a Rusia por los continuos ataques “masivos” contra Ucrania, con el objetivo de “minar la moral de la población ucraniana y quebrantar su voluntad de resistencia”.

Pistorius destacó que es cada vez más evidente que Rusia no podría lograr sus objetivos mediante la guerra y enfatizó en la necesidad de seguir apoyando al país atacado, incluyendo la búsqueda de más defensas aéreas para el país.

Está previsto que la situación en Ucrania sea el centro de la visita programada para el jueves del nuevo canciller alemán, Friederich Merz, a la Casa Blanca. Su portavoz, Johann Wadephul, anticipó que Berlín remarcará a Donald Trump la necesidad de barajar todas las posibilidades para llevar la paz al país europeo.

“Europa espera que nosotros, Estados Unidos y Europa, invitemos a Rusia a la mesa de negociaciones. No debemos desaprovechar esta oportunidad de paz. Y esta guerra debe finalmente tener un fin justo”, declaró Wadephul.

No obstante la ausencia del jefe del Pentágono en el encuentro de este miércoles en la sede de la OTAN, Pete Hegseth, mostraría de nuevo el impulso del Gobierno de Trump para distanciarse de los esfuerzos de Ucrania y sus aliados para repeler la invasión a gran escala de Rusia, que comenzó el 24 de febrero de 2022, desde entonces, más de 12 mil civiles ucranianos han muerto, según estimaciones de la ONU, así como decenas de miles de soldados de ambos bandos.

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