
Por Víctor Barrera
México se encuentra atorado en una situación donde todo lo que pase puede tener consecuencias negativas. Esto porque desde el sexenio anterior se prefirió apostar a obras de “relumbrón” que ha fortalecer los fundamentales de nuestra economía nacional.
Se engaño a los mexicanos insistiendo que el cambio consistía en hacer esas obras faraónicas, porque darían mayor crecimiento económico al país. Y por ello se aprobaba y aplaudía, de parte del poder Legislativo, cada inversión que se hacía en estas obras, sin importar el costo que fuera.
Pero lamentablemente ninguna de estas obras ha dado la utilidad pública por las que fueron creadas. El AIFA, aunque se reconoce que es uno de los más bellos aeropuertos del mundo, no contribuye a la economía nacional por los escases de vuelos que suceden ahí. El Tren Maya sigue teniendo muchos problemas para su conclusión y ya no se habla más de ello. Aunque no se deja de invertir. lo que la convierte en la obra más cara con una enorme opacidad, por supuesto un alto índice de corrupción.
La refinería en Dos Bocas tiene el pequeño de talle que no tiene la suficiente infraestructura para refinar el petróleo y convertirlo en gasolina. Tampoco los ductos adecuados para sacar distribuir la gasolina, por ello se sigue importando este combustible. Además, tampoco existen los ductos para sacar le gas que genera la refinería a favor, siquiera de los estados cercanos como son Campeche y Veracruz.
En cuanto el Tren transístmico, no podrá concluirse en varios años, porque resulta que para hacerlo se tiene que perforar muchas montañas o aplicar más recursos para adecuarlos al paso de las vías de tren.
En lo referente a programas para mejorar la calidad de vida de los mexicanos, el sistema de salud sigue sin ser el adecuado y las deficiencias siguen incrementándose en cuanto a la falta de medicamentos, instrumentos tecnológicos para el trabajo de los médicos y sobre todo la falta de inmuebles para que sea atendida adecuadamente cada derechohabiente. Porque las clínicas que se construyen son de menor tamaño, con poca infraestructura tecnológica y aun se saturan de derechohabientes, dejando a estas clínicas con un servicio inadecuado.
La infraestructura para el almacenamiento hídrico y la distribución de agua para todo el territorio es pésimo e insuficiente, . De acuerdo a las mismas cifras de las autoridades, la mayor parte de la infraestructura subterránea para distribuir agua tiene fugas, donde se pierde más del 70 por ciento del líquido.
Las llamadas, ahora nuevamente, empresas públicas, CFE y Pemex, siguen adoleciendo de una mala salud financiera y es necesario que el gobierno siga inyectando recursos públicos para sanearlas. Esto bajo la excusa de la soberania energetica que mucho mal le hace al desarrollo de este sector en el pais.
Todo esto está acompañado de un déficit fiscal del gobierno federal, que significa que no cuenta con dinero suficiente para siquiera iniciar las obras planteadas por quien ocupa la oficina del poder Ejecutivo.
Es decir, México se está empobreciendo y le gobierno federal deberá seguirse endeudando. Pero el problema no es la deuda, porque si esta se aplicara en el sentido correcto, es decir en crear riqueza, la deuda seria pagable, pero cuando se utiliza para subsidiar programas o repartir más pobreza a la gente, disfrazados de programas sociales, el dinero es insuficiente.
Todo esto ha llevado a que las empresas calificadoras internacionales, aquellas que manifiestan que naciones son factibles para colocar inversión privada, empiecen a calificar a nuestro país como poco rentable para las inversiones y que el papel que emita, es decir los bonos, son simplemente basura porque no podrán pagarse.
Tal es el caso de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que ha señalado que nuestro país sufrirá una recesión económica, otra más, para este 2025 cercana al -2.8 por ciento. Lo que significará que México no tendrá el crecimiento anunciado del 2.5 o 1.7 por ciento, sino que terminaremos este año con una economía en números rojos.
Ante esto, México requiere ya de un cambio, pero también de un líder o lideresa que sepa llevar el rumbo del país. Que no sea reactiva a los hechos o que de plano no haga nada. Necesitamos a quien sepa administrar la enorme riqueza que genera México, para el bien de todos. Que sepa imponer que nadie puede seguirse sirviendo de la riqueza del país, para hacerse millonario, mientras que millones de personas caen en la pobreza.
México requiere a ese líder, que sepa proponer un camino factible al crecimiento económico y mejora de todos no a alguien que simplemente habla intentando resolver problemas con saliva y no con acciones.
afortunadamente pronto se tendrá se podrá realizar una consulta popular para saber si continua este gobierno o decidimos todos los mexicanos revocarlo para que entre uno mejor.