
A veces, el rock es más grande que el escenario que le asignan. Y si alguien dejó claro eso en el Vive Latino 2025, fue División Minúscula.
Pese a ser una de las bandas más queridas del festival y contar con una base de fans que ha crecido con ellos a lo largo de casi tres décadas, la agrupación de Matamoros, Tamaulipas, fue colocada en el escenario Amazon Music, un espacio secundario que pronto se quedó ridículamente chico.
Mientras el escenario principal (Amazon) se extendía con holgura, el público de División Minúscula luchaba por un sitio en una explanada saturada, donde los accesos y pasillos apenas daban abasto.
Pero cuando suena División Minúscula, el público no se rinde. Entre empujones, saltos y gritos de emoción, miles de asistentes lograron acomodarse de alguna manera para presenciar un show que, de haber estado en un escenario mayor, habría sido una de las presentaciones más épicas del festival.
“Buenas noches, Vive Latino, gracias por escogernos en su horario. Somos División Minúscula, de Matamoros, Tamaulipas”, saludó Javier Blake, mientras las pantallas del escenario mostraban el nombre de la banda en un fondo rojo, sin imágenes ni videos. Un detalle que a muchos les pareció extraño, pero que no impidió que el público estallara en euforia.
Desde los primeros acordes, quedó claro que este sería un concierto especial. La energía se sintió con “Humanos como tú”, donde el vocalista no pudo evitar sonreír al escuchar al público corear a todo pulmón: “¡Qué hermoso canta el Vive Latino!”.
El show tomó aún más fuerza con “Tan fuerte, tan frágil”, momento en el que, finalmente, las pantallas mostraron imágenes, acompañando la música con una atmósfera visual más inmersiva.
Antes de arrancar con “Frenesí”, Blake hizo una pausa para recordar lo significativo de este concierto: “Este es nuestro séptimo Vive Latino, y qué mejor manera de celebrarlo que con ustedes, en la edición número 25 de este festival”.
A cada canción, la emoción del público crecía, hasta que “Sismo” se convirtió en un terremoto de voces y saltos. Fue ahí cuando Blake, visiblemente conmovido, agradeció: “Muchísimas gracias, Vive Latino”, justo antes de la última nota.
Cuando parecía que todo había terminado y la audiencia comenzaba a moverse hacia otros escenarios, División Minúscula tenía un as bajo la manga. La banda reapareció para un encore inesperado, mientras las llamas decoraban el escenario, dándole un cierre aún más épico al show.
“Gracias a todos. Estaremos celebrando con ustedes los 29 años de División. Los queremos. Esto no se acaba hasta que se acaba”, exclamó Blake antes de que la banda se despidiera con “Voces”, convirtiendo el cierre en un momento sublime.
A pesar del caos por el espacio reducido y la evidente subestimación de la banda por parte de la organización, División Minúscula reafirmó su lugar como una de las agrupaciones más queridas del rock mexicano. Un show potente, un público entregado y un mensaje claro: hay bandas que merecen escenarios más grandes, pero su música siempre encuentra la manera de hacerse gigante.