Por Víctor Barrera
En Palacio Nacional se vio y vivo la misma película de hace cinco años, protagonizada por el poder ejecutivos y funcionarios de un lado y empresarios del otro, donde se habló de millones de dólares de inversión y se aplaudió cada una de las palabras de los funcionarios gubernamentales.
Se insistió en la certidumbre y se minimizo el efecto de las diversas reformas constitucionales y legales que han incrementado la pausa de los inversionistas para dejar en nuestro país sus capitales.
En el marco del CEO Dialogue, se expresó que existe México mantiene una gran capacidad para las inversiones y que es un lugar útil para las empresas norteamericanas que quieran apostarle a México.
Fue la presidenta, Claudia Sheinbaum, quien subrayó que la reforma al poder garantizará y protegerá a las inversiones porque se fortalece el Estado de derecho en el país.
Los empresarios, aplaudieron las palabras, sin embargo, ellos esperaran hasta que las aguas legislativas se calmen y puedan observar el panorama que se genere después de las modificaciones legales.
Se sabe que el empresario está dispuesto a arriesgar su capital, siempre y cuando exista una garantía de plusvalía del mismo, Apostara su dinero con la certeza de que las reglas del juego no cambiaran de la noche y la mañana y no estarán sujetas al humor con el cual se levante la titular del poder Ejecutivo.
Quienes ya tiene sus capitales en el país, reinvierte en sus empresas para mantenerlas operando, para en dado el caso, ampliar su empresa o salir del país e irse hacia el Estados Unidos donde quizás se ofrezca mejores condiciones de negocio.
México se encuentra en una situación donde las palabras de la presidenta Sheinbaum y sus funcionarios pueden ser irrelevantes, sino existen las condiciones adecuadas para generar riqueza para el inversionista, donde existe una división de poder y se respeta su autonomía.
Y todo esto depende ahora del poder Legislativo que, se encuentra como “chivo en cristalería” destrozando todo aquello que está a su paso, simplemente porque así lo ordeno su líder moral, que ya no ostenta ningún cargo público en el país.
Así, la película que vimos ayer, ya la habíamos visto y las inversiones no crecieron lo suficiente para alcanzar crecimientos económicos por encima del punto porcentual. México no puede seguir perdiendo la oportunidad que ofrece la cercanía con la economía principal del mundo, para buscar su crecimiento y desarrollo tecnológico en infraestructura
Esto no solo para las empresas, sino para el desarrollo y crecimiento de muchas zonas del país, que permitan a su vez atacar el principal problema que lanza a la población a unirse a los grupos criminales o a salir al comercio informal, que es luna economía estable.
Si se originan empleos bien pagados y se ofrecen los servicios necesarios para la población, salud, educación, agua, transporte entre otros, entonces el gobierno si está realizando su trabajo, de lo contrario solamente seguirá trabajando para su propio proyecto.
Existen muchos inversionistas que buscan lugares donde poner sus capitales, pero esperan las condiciones favorables. Estamos en el tiempo perfecto, para dejar atrás todo lo que no ha funcionado y crear u nuevo rumbo, es solo de voluntad política