Estados Unidos indicó ayer que confía en que la novena Cumbre de las Américas, de la cual será anfitrión el mes que viene en Los Ángeles, tenga una “fuerte participación”, en medio de amenazas de boicot por parte de mandatarios de la región declaro el vocero del Departamento de Estado, Ned Price, durante una teleconferencia de prensa al confirmar que ya se enviaron antier las primeras invitaciones de la cita.
“Todavía estamos considerando invitaciones adicionales y compartiremos la lista final una vez que se hayan enviado todas”, precisó. Será la primera vez que se realiza la cumbre en Estados Unidos desde el evento inaugural en Miami en 1994..
Las especulaciones sobre quién será invitado abundan desde que Cuba denunció a fines de abril haber sido excluida de los preparativos. Varios líderes señalaron que no asistirán a menos que se permita la asistencia de todos los gobiernos regionales.
Price declaró que el secretario de Estado, Antony Blinken, “ha tenido varias llamadas con sus homólogos”, sin detallar el contenido. Agregó que además esperan recibir a miembros de la sociedad civil, así como a líderes empresariales, para realizar la “cumbre más inclusiva hasta la fecha”.
Antes, funcionarios relacionados con el tema, consultados por Ap y Reuters, señalaron que el gobierno de Joe Biden considera invitar a un representante cubano.
No estaba claro si La Habana aceptaría la invitación, que de acuerdo con la fuente consultada por Ap sería extendida a alguien del Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla para asistir como observador, mas no como participante pleno, y ésta no se extendería al mismo ministro Bruno Rodríguez.
La discusión se ha centrado en permitir una presencia cubana en la cumbre de Los Ángeles por debajo del nivel del presidente, Miguel Díaz-Canel, o canciller del país, pero está en una etapa temprana y no se ha tomado una decisión, dijo la fuente a Reuters.