La Conferencia del Episcopado Mexicano advirtió que va creciendo la deshumanización social en el país al considerar que la vida humana puede desecharse fácilmente como se ha observado en las últimas semanas.
Reflexionó sobre hechos como el asesinato de una cajera durante un asalto, aún y cuando ya había entregado el dinero; la aparición de una camioneta con una veintena de cuerpos de personas asesinadas presumiblemente por control de territorio; el asesinato de un joven al ser asaltado en la calle; unas semanas atrás, la dolorosa muerte de un niño que se resistió al parecer a ser levantado; por mencionar los casos más sonados.
Apuntó que estos hechos golpean directo a la sociedad, “no es posible voltear hacia otro lado, pues sus hechos mismos son tan indignantes que nos obligan a hablarlos. Es una clara muestra de la deshumanización social que va creciendo. El prójimo ya no tiene el mismo valor, se ha ido perdiendo en la medida en que nuestras comodidades y el hambre de tener dinero y poder siguen creciendo”.
Explicó que al promover políticas del descarte como el aborto y la eutanasia se manifiestan argumentos comunes como que estas medidas generan un bienestar social, evita problemas para terceros, y evita sufrimientos a quienes son eliminados.
El resultado como sociedad ya se está viviendo, cuando la vida humana puede ser desechada por su condición de deseada o no, de “digna” no; también puede ser desechada en el pensamiento colectivo, cuando estorba a un plan de enriquecimiento, de control territorial, o incluso por cuestiones de “desarrollo personal”.
Finalmente la Iglesia pidió a la sociedad reflexionar sobre la importancia del respeto a toda la vida y dejar de pensar que temas como el aborto o la eutanasia son decisiones personales “que no me afectan hasta que los tengo cerca”. “Invitamos a los servidores públicos, especialmente a los recién electos,a que no promuevan políticas públicas que buscando generar un bien, terminan generando desprecio hacia los seres humanos no deseados”, finalizó.