La economía mexicana mostró un crecimiento de 1.1 por ciento a tasa trimestral entre julio y septiembre, lo que significó su mejor lectura en cuatro trimestres, impulsada principalmente por la construcción. El dato fue mejor al 0.9 por ciento estimado en una primera lectura y ligó ocho trimestres con datos positivos por primera vez desde el tercer trimestre del 2013 al mismo periodo, pero del 2015, cuando acumuló nueve periodos al alza, según cifras desestacionalizadas. Ante esta buena racha queda claro que el Producto Interno Bruto (PIB), logrará un crecimiento por encima de su tendencia histórica del 2.0 por ciento, una situación que en 2024 podría repetirse, pese a las señales de desaceleración La fortaleza de la economía mexicana en estos meses ha sido por factores internos como el consumo, impulsado por un mercado laboral fuerte, aunado a remesasen máximos históricos, que deriva en un mayor gasto por parte de los hogares.