Sin contar con la confirmación de dictámenes periciales, el coordinador del gabinete de Seguridad de Jalisco, Ricardo Sánchez Beruben, aseguró que la forma en que la Fiscalía del estado ha llevado las investigaciones hace presumir que los restos calcinados encontrados el pasado 20 de agosto en una ladrillera del municipio de Lagos de Moreno son de los cinco jóvenes desaparecidos la noche del 11 de agosto.
El funcionario estatal reconoció que por el grado de deterioro de los fragmentos óseos encontrados en la ladrillera ha sido prácticamente imposible encontrar tejido medular para hacer la confronta genética que confirme si pertenecen a Roberto Olmeda Cuellar, Diego Lara Santoyo, Uriel Galván, Jaime Miranda y Dante Hernández.
Además, descartó que tanto los restos localizados la madrugada del 15 de agosto en el auto calcinado de Diego Lara Santoyo, como los que fueron encontrados el 17 de agosto en una finca de la comunidad de La Troje, pertenezcan a los jóvenes desaparecidos.
Aunque recordó que hay cinco personas involucradas en el caso, no explicó su grado de participación ni señaló nada acerca del posible móvil de la desaparición masiva.
Por su parte, la Fiscalía del estado no se ha pronunciado respecto a las declaraciones del coordinador de seguridad.
Durante los primeros días de búsqueda de los cinco jóvenes, el 20 de agosto, elementos de la Fiscalía de Jalisco catearon un predio de la calle Privada El Sabino, en su cruce con Camino Real de Zacatecas, en Lagos de Moreno; la información con la que contaban los investigadores señalaba que en ese sitio un grupo delictivo que opera en la región torturaba personas, las asesinaba y después calcinaba sus cuerpos.