Crisis por alimentos, social y  de salud, herencia de López Obrador por la falta de una política migratoria organizada.

Por Víctor Barrera

La falta de una buena administración federal, con políticas publicas encaminadas a crear una mejor calidad de vida para todos los mexicanos y no solo para una pequeña parte, ha sido la característica de esta administración, que por fortuna  solo le resta un año y ojala la gente decida por un cambio en el régimen y no en la continuidad.

Entre muchos otros problemas que dejara López Obrador, se encuentra  el de una migración desorganizada y que solo tuvo el objetivo de  aumentar el padrón electoral a favor de  un régimen que ha engañado a todos y que su único objetivo fue beneficiar a la familia imperial.

Esta migración desordenada dejará en el país varios problemas pendientes que tendrá que resolver la próxima administración, para evitar un colapso social.

Pero desmenucemos estos problemas, el primero es que  una gran cantidad de emigrantes de sur y Centroamérica en busca del sueño americano se suma el de africanos que también  ven a México  como el país “amigo” que les permite transitar  para alcanzar ese sueño.

Sin embargo,  todos los emigrantes, incluyendo los mexicanos, se topan con el problema de cierre de las fronteras  entre México y Estado Unidos, ocasionando hacinamientos de personas en las zonas fronterizas, a la cuales se les debe otorgar albergues para evitar que duerman y realicen sus necesidades  en la calle.

Pero los albergues existentes, cada vez son menos, por el recorte presupuestal que esta administración  ha realizado, por lo que muchos emigrantes tiene que crear campos donde se concentran y refugiarse bajo colchas y plásticos  que conforman sus pequeños refugios.

Esto no solo se ve en el norte del país, sino también  en los estados y ciudades mexicanos, donde muchos emigrantes esperan para lograr pasar hacia Estados Unidos de Norteamérica.

Muchos de estos emigrantes han utilizado los ferrocarriles de carga que se dirigen al norte como transportes, pero muchos de ellos, sufren accidentes  que van desde mutilaciones a su cuerpo hasta  la muerte, por que estos trenes no están acondicionados para el traslado de pasajeros.

Esta invasión de los trenes ha provocado que  se decida a recortar sus corridas y por ende  ya no son muchos los trenes  que abordar  creando un aglutinamiento peligroso de emigrantes, en los pocos  que siguen realizando los trayectos.

Esto también ocasiona que el traslado de productos, en especial de alimentos  no se complete creando perdidas y falta de abasto en México.

Hacia Estados Unidos, la entrada y salida de productos, también  se para por el cierre de las fronteras, lo que ha ocasionado una perdida de mil 200 millones de pesos, de acuerdo con estimaciones de la Cámara Nacional de. Autotransporte de Carga  (Canacar).

Pero el problema escala aun más, porque México es un país altamente exportador, y el 80 por ciento lo realiza con estados Unidos, de seguir perdiendo este intercambio, las finanzas nacionales podrían  sufrir otro boquete importante.

El reflejo de la falta de abasto se observa en los precios de los productos agropecuarios que siguen en aumento, y esto ocasiona un duro golpe a la economía de las familias, principalmente a los más pobres del país.

Estos problemas se han ocasionado precisamente por la falta de aplicación de  políticas públicas en una administración federal que se ha manejado más por caprichos para la figura de una sola persona y no para el bienestar y mejor calidad de vida de los mexicanos.

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