Una encuesta del gobierno federal de Estados Unidos reveló que casi el 80% de la controvertida barrera flotante erigida por funcionarios del estado de Texas en medio del Río Bravo para impedir el cruce de migrantes se encuentra técnicamente en el lado mexicano de la frontera entre Estados Unidos y México.
La información se presentó en una audiencia judicial federal en que la administración Biden demanda la remoción de la barrera establecida por Texas en julio, como parte de una iniciativa encabezada por el gobernador Greg Abbott para rechazar a los migrantes y cuestionar las políticas fronterizas del presidente Biden.
La barrera, ubicada cerca de la ciudad fronteriza de Eagle Pass, Texas —limítrofe con Piedras Negras, Coahuila—, ha generado una atención significativa a nivel nacional e internacional, incluyendo la preocupación expresada por el gobierno mexicano. Esta estructura ha sido criticada por desviar a los migrantes a partes más profundas del río, aumentando el riesgo de ahogamiento.
Las autoridades mexicanas recuperaron recientemente dos cuerpos del Río Bravo, uno de los cuales fue encontrado cerca de la barrera Las circunstancias de estas muertes aún están bajo investigación.
El gobernador Greg Abbott y otros funcionarios de Texas han defendido la necesidad de la barrera para evitar el cruce ilegal de migrantes hacia Estados Unidos. Sin embargo, la encuesta conjunta realizada por funcionarios estadunidenses y mexicanos de la Comisión Internacional de Límites y Aguas determinó que aproximadamente el 79% de la línea de boyas flotantes se encuentra en territorio mexicano, mientras que el restante 21% se halla en suelo estadunidense.
La revelación de esta encuesta podría tener implicaciones legale en la demanda presentada por la administración de joe Biden, que argumenta que Texas violó una ley federal al instalar las boyas sin permiso. El Departamento de Justicia indicó que los funcionarios de ambos países están discutiendo cómo proceder con respecto a la parte de la barrera en territorio mexicano.
Se espera que el juez principal del Tribunal de Distrito de Estados Unidos, David Alan Ezra, celebre una audiencia sobre la demanda de la administración Biden en la próxima semana.
Esta revelación también podría aumentar la oposición de México a las boyas flotantes, ya que corresponde al gobierno federal establecer políticas fronterizas y exteriores. Las boyas han sido parte de los esfuerzos de seguridad fronteriza de Texas, como la Operación Lone Star, que ha sido objeto de críticas y controversia.
A pesar de las restricciones y programas de asilo implementados por la administración Biden, los cruces ilegales a lo largo de la frontera sur han fluctuado en los últimos meses, generando un debate constante sobre la política migratoria en la región.