Krivói Rog, la ciudad natal de Zelenski, fue bombardeada a mediados de junio. Al menos 12 personas murieron este ese ataque, contra un edificio residencial de cuatro plantas y un almacén.
En la ciudad de Jersón, en el sur del país, otro ataque ruso dejó al menos cuatro muertos y otros 17 heridos, indicó el responsable de la oficina presidencial ucraniana, Andrii Yermak. “El enemigo está atacando barrios residenciales“, aseguró el responsable.
Mientras, las fuerzas de Kiev mataron a dos personas e hirieron a seis en la ciudad de Donetsk (este), controlada por las fuerzas rusas, informaron las autoridades instaladas por Moscú.
“El bombardeo destruyó un autobús (…) Dos personas murieron y seis fueron heridas“, dijo en Telegram Denis Pushilin, responsable de la región de Donetsk.
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, anunció que los ataques de Moscú contra infraestructuras militares ucranianas, habían “aumentado considerablemente” en respuesta a los ataques contra territorio ruso ocurridos en los últimos días.
La península de Crimea, territorio ucraniano anexionado por Rusia en 2014, pero también otros territorios rusos, fueron atacados en las últimas semanas con drones; el domingo, un ataque con estos aparatos dañó levemente dos edificios en un barrio de negocios de Moscú.
Zelenski se mostró satisfecho el domingo por esos ataques, considerando que la guerra estaba llegando al fin “a Rusia”.
“Progresivamente, la guerra llega al territorio de Rusia, a uno de los centros simbólicos y sus bases militares. Es un proceso inevitable, natural y absolutamente justo”, declaró.
“Ucrania se está haciendo más fuerte“, agregó el presidente ucraniano, advirtiendo que su país debía prepararse ante nuevos ataques contra infraestructuras energéticas el próximo invierno.
El ministro ruso de Defensa aseguró por su parte que la contraofensiva ucraniana, iniciada a principios de junio tras meses de preparación, estaba siendo “infructuosa” y que “las armas occidentales no están conduciendo al éxito” de Kiev, sino a “prologar el conflicto“.
El Kremlin consideró este lunes que los drones lanzados contra Moscú la víspera era un “acto desesperado” de Ucrania, cuya contraofensiva, según Rusia, es un fracaso.
Por su parte, la viceministra ucraniana de Defensa, Ganna Maliar, contradijo a Moscú calificando de “éxito” la actuación de las tropas ucranianas en el sur del país, donde han logrado recuperar nuevos territorios en los últimos dos meses.
Según Maliar, la contraofensiva en marcha ha permitido “liberar” 12.6 km2 de territorios ocupados, hasta un total de 204.7 km2 desde el inicio de la operación.
Las fuerzas ucranianas avanzan lentamente al enfrentarse con sólidas líneas de defensa rusas.
En la región de Bajmut (este), uno de los focos de los combates, la viceministra reivindicó la recuperación de 2km2 la semana pasada, hasta un total de 37km2 “liberados” en la zona desde principios de junio.