Por Víctor Barrera
A solo 14 meses de concluir esta administración federal, deberemos empezar a revisar los resultados que deja y sobre todo que podría dejar como problemas no resueltos para la próxima administración.
Se habla mucho de peso “fortachón” del “superpeso”, que esta mañana abrió el mercado cambiario con un nivel de 16,82 pesos por dólar, algo que sería realmente importante si nuestra economía creciera por encima del 6 por ciento, es decir que tendríamos niveles de producción importantes, alentando aún mas las exportaciones y la competitividad de nuestros productos.
La realidad es que la productividad de México se encuentra en niveles inferiores a las que había en 2018, esta baja productividad se suma a la competitividad que nuestro país ha perdido para atraer capitales que inviertan a largo plazo.
Así la más reciente encuesta elaborada por el Banco de México entre analistas privados, donde 7 de cada 10 expertos consultados consideran que es mal momento o no está seguro de la conveniencia de realizar ahora inversiones en este país.
Esto por varios factores, siendo la principal la gobernanza que no es firme y clara y esto arroja que solamente el 5 por ciento de la Inversión Extranjera Directa se ha colocado dentro del país.
Los altos niveles de inseguridad, la falta de un estado de derecho, la impunidad, la corrupción y la incertidumbre política hace que los inversionistas piensen más de dos veces dejar sus s capitales en México.
Además, la fortaleza del peso, que deriva más de la enorme cantidad de remesas que entran al país, y no por fundamentales económicos, hace que el mercado interno se encarezca y esto resta competitividad a los capitales que llegan a invertir. Pero también porque esta fortaleza no tiene un sustento que permita establecer estrategias a largo plazo, porque se corre el riesgo que en el corto plazo el peso empiece a depreciarse (devaluarse) y aun no se sabe de qué tamaño será este impacto.
Es cierto que el grado de inversión de México es aceptable y algunos inversionistas solamente están reinvirtiendo una importante cantidad de sus ganancias, pero para sostenerse dentro del mercado y en el corto plazo no salir de este, principalmente por la oportunidad que ofrece México por la cercanía con una de las economías más importantes del mundo.
Otro elemento que pone presión y nerviosismo entre los inversionistas, son las declaraciones que hace cada mañana el inquilino del Palacio Nacional, como la más reciente donde asegura tener la certeza de compartir una buena relación con las cabezas del crimen organizado dentro del país.
Esta aseveración pone mayor pausa entre los inversionistas para esperar hasta que pasen los comicios del 2024, para conocer si se mantiene este régimen federal o llega uno nuevo.
Entonces parece que México se mantendrá en un largo periodo de pausa para captar inversiones numerosas, en espera precisamente de mejores tiempos.