Por Víctor Barrera
El objetivo es claro, desterrar del país el proyecto denominado Cuarta Transformación, porque únicamente se convirtió en una Transformación de cuarta, donde la pobreza se incrementó, la corrupción se amplió aún más, hasta el grado que organizaciones criminales administran una tercera parte del territorio nacional y el estado de derecho es violentado todos los días.
México requiere entonces de un Plan para su recuperación económica en marcado en un fortalecimiento del Estado de Derecho y sistemas fundamentales como el de salud y educativo para mejorar la calidad de vida de sus pobladores.
Además, también se debe erradicar esa división social, que cada día el inquilino de Palacio Nacional se obstina en mantenerla, erradicar también el “veneno del rencor y la venganza” que ha inyectado a través de sus discursos, donde solo existen dos vías o piensa igual que él o eres su adversario y el enemigo de México.
Debemos evitar que se continué instalando un México donde las instituciones no son de importancia sino lo que decida el poder Central, que lamentablemente lo está colocando en la el poder Ejecutivo, donde la democracia se inicia desde las ocurrencias y caprichos de un solo hombre y se socializan a través del reparto de “apoyos” que podrían perderse en caso de que no se continué su proyecto.
Debemos seguir siendo manipulados por la palabra pueblo, porque el pueblo somos todos y no solamente aquellos que piensan igual que él.
Con todo esto, es como puede construir ese Plan de Trabajo, por parte de la oposición para arrancarle el poder aquel que tanto lo anhelo, pero fue más por sed de venganza que por ofrecer un proyecto que nos permitiría mantener un crecimiento importante en lo económico, político y social.
Hasta ahora, el régimen actual solo ha dejado más negativos que positivos y esto a pesar de tener un mayor presupuesto que la administración que lo antecedió, en números cerrados Peña Nieto ejercía un promedio de 5 billones de pesos anuales, mientras que esta administración utiliza 7 billones, 2 billones más y la pobreza sigue aumentando, no hay producción de alimentos suficientes y los sistemas de salud y el educativo están totalmente destruidos.
López Obrador llego al poder Ejecutivo bajo el marco de una democracia más fuerte, donde triunfo verdaderamente quien tuvo más votos y no quien los compro. Ahora ese marco legal pretende destruirlo para imponer un nuevo régimen basado en una oligarquía política.
México merece nuevamente ir en el camino de crecimiento económico, del desarrollo y fortalecimiento de la democracia, de que se pongan límites a cada poder para evitar su abuso y sobre todo de una población con mejores oportunidades de crecimiento y de desarrollo en todos los ámbitos.
Si la oposición tiene estos objetivos debe saber que la mejor arma para erradicar todo lo malo es la unión de todo, a través de un Plan de trabajo que marque objetivos a corto y mediano plazo y que gemita alcanzarlos de manera correcta, sin corrupción.
Candidata existe, falta el Plan de trabajo y la unión de todos para erradicar ese mal que llego al poder.
