El ex presidente brasileño, Fair Bolsonaro, no podrá presentarse a las próximas elecciones del país. Así lo ha determinado la Justicia brasileña por mayoría, mediante una sentencia que le declara “inelegible” de cualquier cargo público hasta el año 2030 debido a “abuso de poder” y “uso fraudulento de recursos públicos”.
Bolsonaroestá acusado de crear un movimiento nacional que trató de impugnar el resultado de las pasadas elecciones brasileñas. Una corriente que culminó con la invasión de edificios gubernamentales en Brasilia por parte de sus seguidores el pasado 8 de enero.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) le condena, en concreto, por una reunión en el Palacio de Planalto en julio de 2022, que tenía como objetivo persuadir, sin aportar pruebas, a decenas de embajadores extranjeros sobre las deficiencias del sistema electoral brasileño y las urnas electrónicas.
Con el voto favorable de la vicepresidenta del TSE, Cármen Lúcia Antunes, se condicionará el futuro político de Bolsonaro. La jueza, en la víspera, ya había visto como hasta otros dos jueces apoyaban la inhabilitación expuesta por el juez instructor del caso, Benedito Gonçalves.
La decisión de Antunes ha conformado la mayoría necesaria para despojar al ultraderechista de todos sus derechos políticos durante ocho años. Si bien, aunque la ventaja de cuatro votos sobre un total de siete queda establecida, cualquiera de los miembros del TSE aún puede modificar su opinión hasta el final del juicio y la proclamación oficial del resultado.
Cuando Antunes concluya la justificación de su voto, deberá pronunciarse Kassio Nunes Marques, juez promovido por Bolsonaro al Supremo y al TSE, de talante ultraconservador. En caso de que Marques decida solicitar más tiempo para analizar el caso, el proceso podría suspenderse durante 60 días.