Por Víctor Barrera
Este gobierno federal empieza a reconocer que el tiempo de su poder empieza a terminarse y por ello utilizará todo lo que tenga a su alcance para mantenerlo.
Durante cinco años, la promesa del cambio ha quedado enterrada ante el peso de la realidad de un país totalmente destruido en sus estructuras de desarrollo.
El tabasqueño trata de hacer ver la falta de logros como culpa de los “otros”, los fifí y neoliberales que no quieren el verdadero cambio, aun cuando sabe que la responsabilidad directa es de este gobierno que ha administrado al país como si fuera el dueño y ha implementado un régimen despótico donde los únicos ganadores son los familiares y personas muy cercanas al régimen, aun cuando estos sean empresarios, que son la clara representación de un fifí.
La idea que se ha vendido a lo largo de estos cinco años es que los malos, son los empresarios, aquellos que prefieren mantener sus ganancias altas que ayudar al pueblo, mientras que este gobierno aplica programas sociales que son recursos de los millones de pesos que ha quitado a la gente, para entregarles unos cuantos miles, para mantener su lealtad ciega.
La educación académica y la salud son dos sistemas totalmente destruidos, para construir nuevos modelos que no tienen pies ni cabeza.
Se busca que la educación está basada en ideología anacrónica y no globalizada, mientras que la salud, solo representa un gasto y por ello se determina eliminar algunas Normas Oficiales Mexicanas que dejaran en el desamparo a millones de mexicanos y abren la puerta a quienes hacen fraude prometiendo que sus medicamentos son los efectivos, regresaremos a los “frasquitos” con alcohol y anilina para decir que son elixires milagrosos para cualquier enfermedad.
Y pese a que esto se vuelve en una violación a los derechos humanos fundamentales, para acceder a una educación y salud, el organismo encargado de proteger a los mexicanos, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos no se pronuncia porque estaría rompiendo esa lealtad ciega, porque el puesto de la titular “se lo debe” a este gobierno.
También se ha caído en la creencia que es mejor importar alimentos, para llegar a la autosuficiencia alimentaría, y se ha recortado por varios años el presupuesto al sector primario, se evitan la revisión de los precios de los insumos agropecuarios y por consecuencia el precio del productor, para evitar “inflación”. Sin entender que la escasez de productos es un elemento para el incremento de precios y por supuesto el nivel de inflación.
Este gobierno desde hace más de dos años a puesto la mira en su sucesión y ha dejado de lado la prioridad de los mexicanos al bienestar y mejor calidad de vida.
Y ahora pretende que el sucesor sea de Morena y que este más allá de aptitudes y capacidades se el más popular, porque saben que la popularidad rinde frutos aun cuando poco se entienda de cómo llevar las riendas de un país.
México mantiene un gran número de problemáticas sin resolver y al gobierno solo le interesa su popularidad, y que esta se extienda con su sucesor.