Por Víctor Barrera
Los lideres de los partidos políticos de oposición, PAN. Marko Cortés, PRI, Alejandro Moreno y PRD Jesús Zambrano deberán analizar de manera profunda la decisión respecto a la forma en la cual sus legisladores en la Cámara de Diputados votaran las modificaciones de ley respecto al actuar del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, más conocido como el Trife.
Hasta el momento son solo los partidos políticos quienes han llevado a cabo las discusiones al respecto. Hasta donde se sabe, la mayoriíta de los legisladores está a favor de llevar acabo estas modificaciones con excepción de los integrantes de Movimiento Ciudadano (MC).
De aprobarse estas modificaciones representaría un retroceso en el camino democrático que empezó a construirse desde la creación del Instituto Federal Electoral (IFE) ahora INE.
Estos cambios se basan principalmente a obligar al Trife a ceñir sus decisiones a la literalidad de los preceptos constitucionales y legales y no interprete las leyes. Algo que ha molestado últimamente a los dirigentes de los partidos políticos del PRI y Morena quienes pretenden mantenerse en su posición sin permitir una sucesión de esto.
La materia en discusión es técnicamente compleja porque hasta ahora para ceñirse a la literalidad de las leyes es imposible porque los conceptos no están bien definidos y esta ambigüedad permite a quines aplican la ley a interpretar sus decisiones con base en mantener intactos los derechos humanos de las personas. Algo que esta consagrado en la Constitución política.
Pero si en verdad se quisiera hacer una modificación que permitiera continuar con el crecimiento democrático, esta debería ser con la participación de expertos en contrapesos constitucionales, escuchando las voces de los magistrados integrantes del Trife y las de los legisladores, es decir, una discusión de altos vuelos y no simples discusiones con más sesgo partidario que democrático.
La manera en que se está procesando esta reforma es condenable, pues la partidocracia pretende que nadie se meta en “su vida interna”, y encima anularía derechos de mujeres o representantes de minorías.
Además estaría en contra del trabajo legislativo que es el de salvaguardar los derechos de todos.
Los diputados federales tiene en sus manos una decisión de importancia que podría hacer a México regresar a los tiempos donde las cúpulas otorgaban los puestos públicos a familiares, compadres y mejores postores o permitir que la democracia siga su rumbo y que todos los grupos poblacionales puedan estar representados en el Congreso de la Unión porque esto es un mandato Constitucional.
Entendemos que los legisladores de Morena, PT y PVEM aprueben las modificaciones legales, sin estudiar y analizar el daño que puedan causar a la democracia y al constitución misma, porque obedecen ciegamente las ordenes de su “jefe”, pero los de oposición, quienes deberán buscar una alianza con la sociedad civil, simplemente estrían dándose un balazo en el pie, por los intereses personales de sus lideres.
Reformar al tribunal no debe hacerse sobre las rodillas, desde la unilateralidad de la partidocracia, sin un extenso y real debate, repito debe hacerse escuchando la voz de los expertos y analistas independientes, de las y los magistrados y para eso lleva tiempo
Que no se caiga en la voracidad de un solo hombre para mantener el poder, sino a favor de una democracia que permita el crecimiento social y político del país.