Por Víctor Barrera
México vive una crisis económica propiciada por la pandemia del Covid-19, que dejo resultados negativos, pero también estos resultados fueron por consecuencia de la falta de una estrategia económica que permitiera a las medianas, pequeñas y microempresas fortalecer sus finanzas y evitar con ello el cierre de las mismas.
Este sector que es atendido principalmente por la llamada Banca de Desarrollo, fue desatendido principalmente porque los resultados de estos entes financieros siguen siendo en números rojos.
El viernes anterior la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) reportó los resultados de esta banca al cierre de 2021, y solo muestran que siguen en caída libre, que no hay mejoría en ningún indicador, ni siquiera comparado con 2020 que fue el peor año de contracción económica por la pandemia.
De esta forma al cierre de 2021, la cartera crediticia de Nacional Financiera (Nafin),, Banco de Comercio Exterior (Bancomext), Banco del Ejército (Banjercito), Banco del Bienestar, Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), y Banobras bajó en su conjunto 10.8 por ciento; la captación disminuyó 6.9 por ciento lo que dio un resultado neto negativo en mil 400 millones de pesos (mdp), con un rendimiento sobre activos (ROA) negativo de -0.06 por ciento y también un rendimiento sobre capital (ROE) negativo, de -0.63 por ciento
A esto debemos sumar que la cartera crediticia cae en todos sus segmentos, principalmente en entidades financieras con un descenso de 22.2 por ciento, seguido de comercial y vivienda que cayeron ambos casos 10.8 por ciento y en los seis bancos hay descensos destacando el de Bienestar con una baja de 51.7 por ciento, seguida de Nafin con una baja en cartera de 20.2 por ciento.
En cuanto al índice de Morosidad (Imor), es de 3.03 por ciento. En el caso de Bienestar asciende a 35.4 por ciento.
Los resultados de Banjército, Banobras y SHF reportan utilidades o resultados netos positivos, pero Nafin tiene una pérdida o resultado negativo de 6 mil 668 mdp, Bancomext de 2 mil 462 mdp y Bienestar de 217 mdp con ROA negativos de -1.26 por ciento; -0.53 por ciento y-0.26 por ciento, respectivamente.
Esto indica que la Banca de Desarrollo no sólo no está cumpliendo con su objetivo de financiar el crecimiento económico en especial a las pymes, sino que muestra números negativos en su captación y cartera vencida, los que implica la falta de recursos.
En cuanto a la banca privada, la Asociación de Bancos de México (ABM), ha informado que tiene más de un billón de pesos para otorgar créditos, pero no hay demanda porque no hay confianza para invertir y en el caso de las pymes, por falta de garantías y por deficiencias de la banca de desarrollo que se reflejan en sus resultados.
México no ha podido salvar la crisis financiera y posiblemente esta se agudizará en el tiempo que dure el conflicto entre Rusia y Ucrania que seguirá presionando al índice inflacionario mundial por los incrementos en los costos del petróleo, minerales y granos insumos principales para la elaboración de diversos productos.
Como dice un viejo dicho “se juntó el hambre con las ganas de comer”, mientras López Obrador está más preocupado porque su imagen aparezca más en panfletos, espectaculares, dejando de lado el desarrollo y fortalecimiento de los sectores productivos.