Por Víctor Barrera
Lamentablemente México está cada día más cercano a reinstaurar una dictadura disfrazada de democracia que no beneficia a la población en su mayoría y solamente a los zalameros de Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores que aplauden cada ocurrencia que este tiene.
Durante años México ha luchado para establecer la democracia, donde el voto del pueblo sea el que cuente y quien asuma el poder Ejecutivo trabaje para el bienestar de toda la población y no solo para aquellos que votaron por él.
Sin embargo, han ocurrido hechos que nos indican que el autoritarismo y un pensamiento realmente torcido de cómo llevar la administración de nuestro país, seguirá imperando si en verdad no hacemos algo al respecto.
Veamos cuales son los hechos que han ocurrido, el pasado jueves, en la cámara de diputados que aprobó un dictamen que no estaba enlistado en la orden del día, pero los legisladores de Morena y sus aliados manifestaron que era de obvia y pronta resolución, el dictamen tuvo el principal objetivo de entender la propaganda electoral y con ello liberara los funcionarios públicos de responsabilidad con la promoción que hacen de la Consulta pública sobre revocación de mandato.
Las modificaciones permiten ahora hacer todo lo contrario que los mismos legisladores de Morena habían señalado como promoción política y ahora se permitirá salir a las calles a través de un ejército de personas, pagados por nuestros impuestos, para desde el poder, la ratificación del poder.
Esto también permite el “volanteo”, la recaudación de firmas, aun cuando estas sean falsas, y el pago de espectaculares para promover la presencia del presidente a favor, Un acto que solo los autoritarios y ególatras realizan a su favor. Es decir, se aplican decisiones políticas a favor de una persona.
El segundo hecho es que la secretaria de Hacienda, órgano dependiente del Ejecutivo, ha anunció que no se cobrará el IEPS a gasolinas y diésel, para mantener el precio de estos combustibles en niveles bajos y con ello cumplir con la promesa de AMLO de evitar el incremento de estos más allá del nivel de inflación que se presenta.
Lo que no explican es que el no aplicar este impuesto minara las arcas públicas y si el precio del petróleo y sus derivados continua al alza, el costo que deberemos pagar todos los mexicanos será alto, nuevamente una decisión política para que AMLO pueda cumplir esta promesa de campaña, al costo que sea.
Analistas señalan que podría ocuparse todo el presupuesto que se otorgó al poder Ejecutivo para subsidiar estos productos que suman 310 mil millones de pesos, por lo que de acabarse estos el gobierno federal tendrá que echar mano de otros impuestos, elevándolos, para seguir cubriendo el costo de las gasolinas.
Otro hecho, el Parlamento europeo aprobó por mayoría, un documento donde pide al gobierno mexicano que actúe de manera firme contra los ataques a la prensa y defensores de derechos humanos, y solicita a López Obrador que frene su “retórica populista”. La respuesta no se hizo esperar y el ejecutivo emitió un comunicado incompatible con la enorme tradición diplomática de México. Llamando “borregos” a los legisladores europeos, y minimizando los hechos de violencia contra periodistas y defensores de los derechos humanos.
Estos hechos nos muestran que la actual administración está más preocupada por la figura de su presidente que por el bienestar de la población, que le preocupa que no se alcancen las promesas hechas en campaña, por lo que estas deberán salir aun cuando en el corto plazo estas promesas se conviertan en basura y salgan con costos elevados.
Será en menos de un mes cuando la gente tendrá la posibilidad de, a través de la consulta popular, decir un sí o no a revocar el mandato al presidente. Esa decisión es personal, pero no está por demás entender la forma en la cual sigue moviéndose la actual administración.