Croacia venció a Marruecos en un emocionante partido en la final de consolación y logró llevarse el premio de la tercera plaza del Mundial de Qatar.
Los goles de Gvardiol y Orsic fueron suficientes para aplacar la rebelión de los marroquíes, la gran sorpresa del torneo.
El encuentro estuvo marcado por un vibrante comienzo donde ambas selecciones marcaron antes de cumplirse los diez primeros minutos de partido, aunque la balanza cayó del lado de los croatas.
Una nueva alegría para Modric y los suyos, que vuelven a colarse entre los tres mejores del Mundial por segunda cita consecutiva.
En cambio, Marruecos se despidió de Qatar con la mayor de las amarguras y se fue de vacío.
Aún así, los de Regragui se marcharon con la cabeza en alto tras dar la cara hasta el último momento y luchar por el empate.
Pese a ello, no fueron capaces de superar a una superlativa Croacia.
El balón parado fue el protagonista absoluto del inicio del partido. Primero Croacia fue la que sacó provecho de él con una jugada ensayada a la perfección poco antes de cumplirse los cinco minutos de encuentro.
Modric la colgó al área, Perisic prolongó al corazón de la misma y Josko Gvardiol remató inapelablemente para superar a Bono.
Y cuando todavía no se había recuperado el combinado croata de la euforia, llegó la respuesta de Marruecos.
Otro balón parado era el protagonista y esta vez fue Achraf Dari el que percutía la portería de Livakovic con un cabezazo ante el que poco pudo hacer el meta.
La escasa tensión defensiva de los Zlatko Dalić fue crucial para que los leones del Atlas pusiesen la igualada. La locura se desataba en el Estadio Khalifa Internacional.
Perisic gozó de dos buenas ocasiones para desequilibrar el encuentro poco antes del minuto veinte.
El desenfrenó se apoderó del partido en los instantes posteriores a los dos goles. Modric hizo a Bono tirar de reflejos tras un latigazo desde la frontal. Los futbolistas de Croacia arropan a Orsic tras su gol.
Nesyri a punto estuvo de romper la balanza, pero no llegó por escasos milímetros a un centro lateral con mucha intención de Achraf.
La combinación del lateral con Ziyech rompió por completo a la zaga croata, que no tuvo que lamentar males mayores a la media hora de partido.
La insistencia de Croacia tuvo su premio instantes antes del descanso. Una jugada a trompicones acabó con la apertura de Livaja para Orsic en el costado derecho.
El ’18’ sacó a relucir su calidad en el golpeo y con un sutil toque le bastó para superar a Bono con un tanto de bella factura. Y poco más ocurrió antes de que los jugadores enfilasen hacia los vestuarios. Tensión final Croacia no quería andarse con rodeos en la segunda mitad.
El conjunto balcánico salió completamente volcado hacía la portería de Marruecos y avisó en dos llegadas casi consecutivas de Orsic y Majer.
Los de Regragui parecían estar sobre la lona tras recibir el segundo tanto en contra. Mientras tanto, Kramaric dejó una de las imágenes del partido al retirarse del terreno de juego llorando tras lesionarse.
Las emociones estaban a flor de piel y eso se reflejó en el centrocampista. Marruecos, por su lado, quiso revertir el rumbo del partido con la entrada de Ounahi, el famoso ‘8’ del Mundial.
Sin embargo, los leones del Atlas no encontraban fluidez alguna salvo ciertos retazos de la asociación formada por Ziyech y Achraf.
El buen posicionamiento de la zaga croata cortocircuitaba cualquier intento de la selección africana de acercarse a su área.
Los minutos iban pasando y el tiempo corría a favor de Croacia, que cada vez se encontraba más cómoda sobre el césped con el control absoluto de Modric y Kovacic en la sala de máquinas. Una sorprendente aparición del central Gvardiol desató la polémica en el área marroquí, que reclamó penalti de manera airada aunque el colegiado no señaló nada.
Acto seguido, En-Nesyri tuvo el empate en sus botas. El espigado delantero africano recibió en el área chica y se topó con un ágil Livakovic, que sacó una prodigiosa mano para desarticular la ocasión. A partir de ahí, el encuentro entró en una dinámica de tensión, donde la tensión de los marroquís se hizo palpable en el tramo final.
Pese al acoso y derribo de los leones del Atlas en los últimos minutos de encuentro, la moneda cayó del lado de Croacia,