El secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, aseguró el domingo que Washington se opondrá a los asentamientos israelíes o a la anexión de Cisjordania, pero prometió juzgar al gobierno entrante de Benjamin Netanyahu por sus acciones y no por el perfil de extrema derecha de alguno de sus miembros.
“También seguiremos oponiéndonos de forma inequívoca a cualquier acto que socave las perspectivas de una solución de dos Estados”, así como a “la expansión de los asentamientos, los movimientos hacia la anexión de Cisjordania, la alteración del statu quo histórico de los lugares sagrados, las demoliciones y los desalojos, y la incitación a la violencia”, dijo Blinken a J Street, un grupo proisraelí de tendencia izquierdista de Estados Unidos.