Documental Político
Emilio Trinidad Zaldívar
No se ve su mano ni se siente su poder.
Es una mujer frágil que no tiene peso frente al presidente Donald Trump, a quien no le corre prisa por verla, al fin y al cabo ella se reúne y acuerda con los segundos y terceros del gobierno de Estados Unidos.
Aquí, en México, los que le compitieron por el cargo que ostenta pero no ejerce, le tienen tomada la medida. Está rodeada por gente que no le es leal, gente que consulta en Palenque, Chiapas, los pasos a seguir y que le van con el chisme -reportes dirán ellos-, de lo que ven y no les gusta de la ex jefa de Gobierno.
No se da cuenta de que está sentada en el mejor lugar pero en el peor de los momentos, porque la tienen cercada y no sabe transmitir ni comunicar certeza, a pesar de que con alegría rindió cuentas de once meses de mentiroso crecimiento.
Cuanta simulación, cuánto engaño, cuánta falsedad e hipocresía.
Estamos acostumbrados una y otra vez a ver y escuchar informes de gobierno maquillados, alejados de una realidad lacerante, en los que las cifras alegres y datos sin comprobar, abundan y se ofrecen como demoledores éxitos, casi todos ellos ficticios, en esos rostros hipócritas, cínicos y triunfalistas de nuestros jefes del Ejecutivo en turno.
Ella no fue la excepción. Habló de un México que sólo existe en la mente retorcida y enferma de López Obrador, que hasta hoy le ordena a Sheinbaum Pardo qué decir y qué hacer.
La ha hecho menos. La tiene sujeta a sus caprichos y amenazas. Es ella debajo de él. Es él en el poder, en la cúspide, en la toma de decisiones. Ella es sólo el rostro temeroso que se muestra.
Sus pasos los conoce él. Los orquesta él. Los dirige él.
Hay quienes hasta se atreven a afirmar que el primer informe de la señora Sheinbaum Pardo fue revisado en Palenque antes de ser pronunciado.
De ese tamaño la ven, la miden, la calan, la minimizan; y los que eso afirman son de casa. Del Movimiento, de la 4T, del Segundo Piso, que por cierto tiene más baches que los que sufre la Ciudad de México.
Esos que se burlan de ella le han dicho de todo: que es la encargada del despacho, que el suyo es un gobierno bicéfalo, que sólo cuida la oficina de Palacio Nacional, que es la ama de llaves, que éste es el séptimo año de gobierno del tabasqueño, hasta que es la primera dama y no presidenta.
Pero ella ni se inmuta. Muestra con orgullo su sonrisa y dice que vamos muy bien y que iremos mejor, cuando la zozobra sigue sacudiendo a México y el timón y rumbo los señala otro.
En ese mundo paralelo, sin sustento, sin asideros, hueco, en el que Sheinbaum también habita obligada porque sí es una mujer bajo la tutela de un desquiciado, todavía habla orgullosa de unidad en un partido -Morena- en el que todos o muchos quieren su cuota de poder para sacar ventaja y raja política ante su manifiesta debilidad.
En ese planeta o universo (así de grande es el ego del expresidente) en el que habitan, México es el país más democrático, seguro, transparente y libre, pero no permiten la presencia de la oposición en sus eventos ni de la prensa verdaderamente crítica.
En ese mundo o país en que sueñan despiertos y mienten sin pudor, no hubo fraude en la sobrerrepresentación en la Cámara de Diputados ni extorsión y amenaza para algunos senadores que eran de oposición, tampoco manipulación y engaño en la falsa y perversa elección de representantes del Poder Judicial.
Para ella, terminó una era muy cuestionada de corrupción y nepotismo.
Inicia, dijo, una nueva era con una transformación muy profunda gracias a la participación del pueblo que eligió a sus ministros.
Frases que debieran provocar náusea y vómito por tan retorcidas como hediondas, engañosas y contrarias a la verdad son.
Sí creen que el país y la voluntad ciudadana les pertenecen.
Se conducen con sentido patrimonialista, como si sólo su voz debiera ser escuchada.
Orgullosos y soberbios, como si con corona en la cabeza caminaran, nos creen súbditos y lacayos y le siguen apostando a la confrontación, al sometimiento, a la polarización y a la división de los mexicanos, entre buenos silenciosos y malos que se expresan con libertad y que señalan corrupción y errores terribles en la ruta que se están trazando.
—0000000—
la.rueda.del.podermx@gmail.com
Facebook: Emilio Trinidad Zaldívar
X: @emtrizal61