El gobierno de China celebró este miércoles un enorme desfile militar en la capital bajo la mirada del presidente Xi Jinping, flanqueado por su colega ruso Vladimir Putin y el líder norcoreano Kim Jong Un.
Soldados marcharon por la céntrica Plaza de Tiananmen mientras una salva de 80 cañonazos marcó el inicio del espectáculo conmemorativo del 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. En las tribunas, miles de asistentes corearon canciones patrióticas chinas.
En escenas sin precedentes, Xi estrechó la mano de sus invitados, los líderes de Rusia y Corea del Norte, y los tres caminaron juntos por una alfombra roja hacia la Plaza de Tiananmen.
Los tres líderes han sido el centro de atención mundial por su encuentro para el desfile, en busca de señales sobre cómo interactúan entre sí.
El desfile es una oportunidad para que China muestre su poderío militar, con soldados marchando en formación, sobrevuelos aéreos y equipos de combate de alta tecnología exhibidos a lo largo de más de una hora en la céntrica Plaza de Tiananmen.
El evento es el clímax de una intensa semana diplomática en la que Xi recibió a líderes de 10 países y otros invitados para la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en la ciudad norteña de Tianjin.
En la cita de la OCS, que busca promover una gobernanza mundial alternativa, Xi arremetió duramente contra el “comportamiento intimidatorio” de algunos, en una referencia velada a Estados Unidos.
Por su parte, Putin defendió la ofensiva de su país en Ucrania y culpó a Occidente de provocar el conflicto que empezó hace tres años y medio y ha dejado decenas de miles de muertos.
Varios participantes de la cita de la OCS estuvieron en el desfile de Pekín, incluido el gobernante de Bielorrusia, Alexander Lukashenko.