
Durante una visita a la cámara de diputasdos, el presidente electo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Hugo Aguilar, expresó que a partir de 1 de septiembre al asumir el puesto hará mucho con poco porque lo primero que realziará es la reduccion de los altos salarios.
Agregó que el máximo tribunal sera de “puertas abiertas”, para que dialogue y atienda a todos los sectores, y deje de existir la figura del “ministro inalcanzable”.
Reitero que la Corte trabajará con enera autonomía, pero no con ruptura pues habra diaolgo directo con otros poderes de la nación
En el marco dela celebración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, realizada en la cámara de diputados se reunió con representantes de la prensa a quines les manifesto ante sus cuestionamientos que se realizara la revison correspondiente sobre el presupuesto a ejercer.
“Nosotros realizamos ya la revisión del funcionamiento de la Corte, del presupuesto, y vamos a proponer algunos ajustes, porque como saben, quien tomará la decisión será el órgano de administración judicial. Pero hemos revisado y todavía falta ajustar salarios. Vamos a ir a la baja”, señaló.
Insisitó que habra inciativas para acercar la justicia al pueblo que “ requerirán sólo reorientación de recursos, no van a implicar gastos mayores, vamos a salir con el presupuesto”.
En este sentido tambien manifestó que ya solicitó al presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara, Ricardo Monreal Ávila (Morena), conversar sobre el presupuesto de la SCJN para 2026 en cuanto asuma su cargo, anunció que “no habrá una contradicción entre austeridad y eficiencia. Vamos a poder hacer mucho con poco. Ese sería el principio básico con el que vamos a regir nuestra actuación”.
Al ser cuestionado sobre el supuesto “estigma” de cercanía con la 4T que tendrían los juzgadores que fueron designados en las recientes elecciones del Poder Judicial, Aguilar reiteró: “no tengo carrera política, no tengo compromiso con ningún partido político, agrupación política, ni con ningunos otros sectores que tengan interés en la Corte”.
Antes de su llegada a la Corte, dijo, fueron designados cinco ministros más, por lo que “si yo fuera el prospecto, el indicado para representar ciertos intereses, pues ya hubiera sido ministro desde cuatro, cinco o seis años. No ha ocurrido así”.
En ese tono, reconoció que la reforma judicial “para los pueblos y comunidades indígenas, para mí en lo personal, ha sido la oportunidad histórica para llegar a este espacio y servirle a la nación. A mí me respaldan los votos que la ciudadanía me dio. A esta fecha, nadie me ha presionado o ha condicionado lo que yo voy a hacer en la Corte. Llego con entera libertad, con plena autonomía”.
El presidente entrante de la SCJN aseguró que no dejará de pelear por la autonomía del Poder Judicial, “pero no una autonomía mal entendida, que implique aislamiento, ruptura o confrontación. Vamos a construir un diálogo con los otros poderes, por el bien de México. Vamos a estar abiertos a dialogar con todos, eso es lo que hemos ofrecido y ese va a ser el nuevo rostro de la Corte”.
Según Aguilar, “uno de los primeros actos que vamos a hacer es abrir la puerta de la Corte; la puerta principal se debe abrir al pueblo en general y vamos a estar abiertos a dialogar con todos, pero cuando vayamos a tomar la decisión (sobre algún tema), lo haremos con base en la Constitución, las leyes y el criterio que nosotros tengamos, sin presión de ningún tipo, sin la injerencia de nadie”.
El cambio en el máximo tribunal del país, aseguró, se notará “desde el día uno. Vamos a cambiar aspectos de forma, desde abrir la puerta, el trato, la cercanía con la gente. Yo no va a haber el ministro inalcanzable, el que es difícil dialogar con él. La única limitante va a ser el tiempo, lo que nos alcance en las horas del día para dialogar con todos, atender a todos y resolver los asuntos de nuestra competencia”.
Durante su intervención en el foro, el abogado mixteco ensalzó la reforma constitucional en materia de pueblos indígenas y afromexicanos que se aprobó en San Lázaro en septiembre del año pasado, en particular por haber reconocido esos sectores como “sujetos de derecho” pleno, y no sólo como grupos “de interés público”.
Asimismo, alertó que, tras la enmienda a la Constitución, hace falta crear una ley general de los pueblos indígenas, pues sin esta legislación reglamentaria, la reforma “podría quedar en letra muerta”.