
El acuerdo para establecer precios mínimos de exportación al jitomate fresco emitida por el gobierno federal preocupa, porque de forma implícita se asume el dumping, consideró Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
Después de que las secretarías de Economía (SE) y de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) publicaron las medidas para fijar precios mínimos de exportación al tomate rojo, como lo permite el Artículo 131 de la Constitución y el Artículo 17 de la Ley de Comercio Exterior, la consultora dirigida por Juan Carlos Anaya, comentó que esta decisión genera preocupaciones.
GCMA consideró que la probabilidad de reactivar el Acuerdo de Suspensión es baja ante el clima político adverso.
Recordó que las exportaciones mexicanas deben pagar un arancel del 17.09 por ciento desde julio pasado. Lo cual ocurre en un contexto de proteccionismo agrícola bajo la administración de Donald Trump, debido a la fuerte presión de productores de Florida, Georgia y Carolina del Sur.
La consultora indicó que con esta medida unilateral del gobierno mexicano acepta implícitamente que las exportaciones mexicanas se han realizado por debajo de los costos de producción, es decir, el argumento de dumping por el cual el jitomate mexicano debe pagar aranceles.
GCMA comentó que también preocupa porque con precios mayores aumentaría la producción del jitomate y existe el riesgo de una mayor oferta.
Comentó que experiencias previas, muestran que solo con voluntad política bilateral y mecanismos técnicos sólidos se han logrado acuerdos de suspensión.