
El Papa León XIV expresó este domingo su “profunda” preocupación ante la “gravísima” situación humanitaria en Gaza, donde aseguró que la población está “aplastada por el hambre” y lamentó que continúe “expuesta a la violencia y a la muerte”.
León XIV afirmó que su corazón está “particularmente cerca de todos aquellos que sufren a causa de los conflictos y la violencia en el mundo”.
El Pontífice lanzó un llamamiento a los líderes mundiales para que encuentren soluciones a las guerras que afligen a tanta gente. “Que el Príncipe de la Paz inspire a todos a buscar el diálogo y la reconciliación”, dijo al rezar “por los afectados por los enfrentamientos en la frontera entre Tailandia y Camboya, especialmente los niños y las familias desplazadas”, y por “las víctimas de la violencia en el sur de Siria”.
“Renuevo mi ferviente llamado al alto el fuego, a la liberación de los rehenes y al pleno respeto del derecho internacional humanitario. Todo ser humano tiene una dignidad intrínseca otorgada por Dios mismo”, indicó.
En este sentido, instó a todas las partes en cada conflicto a que reconozcan “esta dignidad y cesen todas las acciones que la violen”. El Papa ha alentado la búsqueda de las negociaciones hacia un futuro de paz para todos los pueblos y el rechazo de todo lo que pueda comprometerlo, y confió a María, Reina de la Paz, “las víctimas inocentes de los conflictos y los líderes que tienen el poder de ponerles fin”.
Asomado desde la ventana del Palacio Apostólico, el Pontífice reflexionó sobre la liturgia del Evangelio del día, que presenta a Jesús que enseña a sus discípulos el Padrenuestro, “la oración que une a todos los cristianos” y explica que en ella, el Señor invita a dirigirse a Dios llamándolo “abbá”, “papá”.
“Cuanto más rezamos con confianza al Padre de los cielos, más nos descubrimos hijos amados y más conocemos la grandeza de su amor”, ha afirmado en su alocución previa a la oración del Ángelus del último domingo de julio.