El diputado federal Héctor Saúl Téllez Hernández, vicecoordinador económico del Grupo Parlamentario del PAN (GPPAN), acusó al gobierno federal de implementar una estrategia superficial para contener el precio de la tortilla, al tiempo que ignora la creación de políticas estructurales que fortalezcan al campo mexicano y reduzcan la inflación alimentaria.
El legislador criticó el reciente acuerdo entre el gobierno y empresas harineras de maíz para evitar el alza de precios, al señalar que no atiende las causas de fondo, como la falta de incentivos fiscales, la baja productividad del campo, la dependencia de importaciones y la violencia en zonas agrícolas.
“Sin incentivos fiscales para la producción local, los productores siguen enfrentando costos elevados de insumos y procesos de producción ineficientes”, afirmó Téllez Hernández.
El precio de la tortilla se duplicó desde 2018
Según datos oficiales, en 2018 el precio promedio de la tortilla era de 13.44 pesos por kilo; para 2025, en varios estados del país ha alcanzado los 31 pesos por kilo, un aumento de más del 100%. Esta distorsión en el mercado afecta directamente al poder adquisitivo de millones de mexicanos, considerando que la tortilla es un alimento básico en la dieta nacional.
Este incremento sostenido refleja una incapacidad del Estado para controlar la inflación en productos básicos y para garantizar la seguridad alimentaria, advirtió el diputado.
Producción nacional vs. dependencia de importaciones
En 2024, México produjo 23.3 millones de toneladas de maíz, una caída del 15.3% respecto a 2023, debido a la reducción del área sembrada, pérdidas por fenómenos climáticos y severas sequías en estados clave como Jalisco, Michoacán y Estado de México. En contraste, la demanda nacional supera los 48.5 millones de toneladas, lo que obligó al país a importar más de 23.6 millones de toneladas, principalmente de maíz amarillo.
Esta situación evidencia una creciente dependencia estructural de las importaciones, lo que deja a México vulnerable ante crisis externas. La promesa de autosuficiencia alimentaria, planteada por el gobierno de la 4T, ha quedado rebasada por los hechos.
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Crimen organizado y extorsión encarecen los alimentos
Otro factor alarmante que presiona los precios es la extorsión por parte del crimen organizado. De acuerdo con datos del Consejo Nacional de la Tortilla, 20 mil tortillerías —de las más de 130 mil que hay en México— son obligadas a pagar hasta 3,500 pesos semanales para operar.
Este fenómeno delictivo incide directamente en la inflación. Según el Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN-UNAM), los pagos ilegales a grupos criminales pueden elevar la inflación alimentaria en hasta 2 puntos porcentuales.
“No hay un control real del mercado ni una política pública integral que articule producción nacional, importaciones y precios al consumidor”, acusó Téllez.
Una crisis que afecta a millones
En México, el consumo de tortilla per cápita es siete veces superior al promedio mundial, lo que hace de este alimento una pieza clave en la economía popular. Sin un plan integral que atienda desde la producción hasta la distribución, advierten expertos, el precio seguirá al alza y la población seguirá siendo la más afectada.
