Sereno moreno

Por Víctor Barrera

Claudia Sheinbaum aun no entiende que ella asumió la titularidad del gobierno de la república y que ella debe ser quien señale el camino que debe seguir nuestro país también la forma en la cual se deben resolver los problemas dentro del mismo y los exteriores y no otras personas.

Ella debe exigir a cualquier mexicano que no intervenga, sobre todo en cuestiones exteriores porque en muchas de las ocasiones se empeoran las cosas.

Es cierto que ella afirmó que dejaría de lado a Morena, porque sería la presidenta, pero sino se sienta con la dirigente de su partido, Luisa María Alcalde, que también no ha podido controlar a los militantes de su partido, los resultados solo son un grupo de bocas flojas que empeoran las situaciones.

El mundo ya no es como lo fue hace 30 años, ahora es un mundo más global donde la tecnología permite saber en instantes lo que sucede y se opina en un país y esto, sino existe la prudencia suficiente, origina situaciones delicadas.

Sheinbaum Pardo no puede negar que en alguna ocasión, dentro de sus mañanera, afirmo que “podrían llegar a las movilizaciones” palabras que resultan preocupantes ante situaciones como las que se viven en el estado de California en Estado Unidos, específicamente en Los Ángeles, donde la política de Donald Trump ha sido aplicada para deportar a migrantes ilegales que están en esa nación.

Los mexicanos asentados en Los Ángeles sintieron que las palabras de Sheinbaum Pardo eran un aliciente para salir a las calles y reclamar con manifestaciones la situación que viven, pero algunos otros pensaron que era la oportunidad de destrozar automóviles e incendiarios como elemento de protesta.

En México algunas personas sintieron que por pertenecer a Morena era el permiso para opinar sin ton ni son y escribir en redes sociales sus opiniones, que de ninguna manera son diplomáticas, y esto se convirtió en más “leña para el fuego”.

Así, Claudia Sheinbaum muestra que su incapacidad de dialogo al interior del partido donde milita, es algo negativo y ahora cualquiera de sus militantes puede opinar solo porque así lo quiere hacer.

Mientras Luisa María Alcalde, que tampoco ha mostrado el tamaño para poder mantener el control de los militantes de su partido, solo reacciona a los hechos.

Los militantes de Morena deben entender que ya no es tiempo de luchar contra imperios o capitalismo porque eso ya es anacrónica en el mundo globalizado comercialmente. Ahora es tiempo de establecer relaciones entre naciones para conformar bloques económicos que favorezcan a los pobladores de cada nación.

Ya no es tiempo de calificar de neoliberales, conservadores o fifís a quienes opinan que la integración de un bloque económico beneficia al país, Porque hacerlo, como lo hacen la mayoría de los militantes de Morena, solo nos llevará a un país aislado que no tendrá oportunidad de desarrollo y crecimiento económico.

Hace días señale que Sheinbaum ha entendido que las soluciones neoliberales, una apertura comercial, un bloque económico importante y sobre todo una apertura de sus sectores productivos a la inversión privada, pueden ser la solución para sacar al país, ahora si, de los crecimientos mediocres que no rebasan el punto porcentual cada año.

Desde mediados de la década de los años noventa del siglo pasado, cuando se conformó el TLC, México empezó a mostrar signos de desarrollo, no solo económico, sino tecnológico y social, lo que nos llevó a colocarnos en el puesto 12 de las economías más importantes del mundo.

Ahora y desde la entrada de la llamada 4T, México empieza a descender escalones y ahora estamos colocados en el lugar 14, por la cerrazón mostrada a partir de pensar que un gobierno todo poderoso podría llevar a México a un crecimiento económico importante.

Seamos realistas, las políticas públicas aplicadas por la 4T nos han llevado a perder competitividad mundial y la única forma de recuperarla es abriendo nuestras fronteras para que los inversionistas se instalen, no solo con capitales sino traigan nuevas tecnologías para que la población mexicana pueda desarrollarse en ellas y obtener otra vez esa competitividad.

Entendamos que las relaciones bilaterales entre naciones no dependen de quien esté en la presidencia de cada nación, sino de establecer relaciones con equilibrios para que ninguna nación pase sobre otra, pero si pensamos que establecer una relación bilateral es perder soberanía entonces los conceptos están mal entendidos.

Ninguna nación pierde soberanía por establecer relaciones comerciales con otra nación, tampoco por trabajar de manera coordinada para erradicar los problemas que aquejan a las naciones. Lo que se pierde es la intención de seguir enriqueciéndose acosta de las riquezas de una nación por parte de un grupo muy reducido de personas.

Claudia Sheinbaum manifestó hace algunos días a sus correligionarios que tomaran las cosas con serenidad y paciencia, y por algo lo habrá dicho, algo percibe Sheinbaum Pardo al interior de su partido que les pide serenidad. Pero esto debe ser con mayor actitud y fortaleza de palabras.

Ya se demostró que Morena no es invencible, que de un momento a otro podrá perder todo lo que ha ganado, por la buenas o por las malas, y que posiblemente este partido en los comicios del 2027 podría perder esa mayoría en los gobiernos estatales y en el 2030 hasta la presidencia. Es probable que si lo vea Sheinbaum.

Pero la soberbia de algunos dirigentes de Morena los llevará a ese destino, así lo afirmo Reginaldo Sandoval, coordinador del PT, partido aliado, en la cámara de diputados.

Esa soberbia que parte de un complejo de no tener y ahora que lo tienen lo quieren todo, que persiste en algunos de los personajes de Morena. Se han cerrado al dialogo y piensan que ellos son los que tienen las respuestas a todos los males que ocurren en el país, y no se han puesto a pensar que quizás uno de esos males, son ellos mismos.

El pueblo sabio también se cansa y cambia de parecer, pero esto se da poco a poco y con fortaleza no de repente y sin sentido.

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