Violencia en México obliga a blindar autos contra drones y balas perforantes: AMBA

 La Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA) informó que, ante el recrudecimiento de la violencia en el país, tanto en su expresión urbana como en las acciones del crimen organizado, la industria del blindaje se ha visto obligada a elevar los niveles de protección en sus unidades.  

En particular, ya se comercializan y emplean en territorio mexicano vehículos con nivel siete de blindaje, es decir, con protección capaz de resistir municiones perforantes y ataques realizados mediante el uso de drones, lo que marca un punto sin precedentes en la evolución de esta industria. 

“En México ya se tuvo que llegar al nivel siete de protección, es decir, contra calibres perforantes, así como vehículos tácticos que pueden defenderse ante ataques con drones; situación que no se veía de manera previa en el país”, sostuvo el presidente de la AMBA, Esteban Hernández, durante la ceremonia conmemorativa por los 25 años de la asociación.  

Añadió que estos desarrollos responden a una amenaza criminal que se transforma de forma continua, lo cual obliga a los fabricantes a mantenerse en una carrera tecnológica constante. 

“La industria del blindaje automotriz ha venido desarrollando una protección cada vez más elevada y para contrarrestar tecnología más sofisticada de una criminalidad que muta de forma constante (…) AMBA y sus socios alcanzan el 70% de los blindajes registrados ante la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana”, precisó. 

Según la Asociación, el panorama no apunta a una estabilización. Por el contrario, se proyecta que la demanda por unidades blindadas continuará al alza, por lo que el sector tendrá que seguir invirtiendo en innovación, materiales más ligeros pero resistentes, y tecnología que integre desde sistemas balísticos hasta medidas de defensa electrónica.  

Este fenómeno, señaló el sector, es también un reflejo de la situación nacional, en el que las élites empresariales, figuras políticas y sectores estratégicos ven como una necesidad reforzar su seguridad frente al avance del crimen organizado, que cada vez cuenta con mayores recursos y armamento de guerra. 

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