Por Víctor Barrera
Pena debería darle a Claudia Sheinbaum el comparar las elecciones del 2024 con la elección del Poder Judicial, en su primera etapa, porque son distintas. Podría justificarse que es elección popular, pero parados en la realidad Morena perdió demasiado y no hay cifra que pueda demostrar lo contrario.
Veamos, se presume que acudieron a sufragar 13 millones de personas, pero 3 millones anularon su voto, lo que resta a la cantidad total que solo 10 millones sufragaron de manera correcta, esto significa que solo un 10 por ciento de la ciudadanía salió a votar, lo que demuestra que no existe ninguna aprobación real.
Un segundo punto, este proceso fue más de estado que democrático, porque los comités encargados de seleccionar a los candidatos en su mayoría estuvieron plagados de legisladores de Morena y por consecuencia era lógico que se elegirían a quienes estuvieran dentro de Morena o simpatizaran con la ideología y proceder de Morena, lo que significa que una minoría escogió a esos candidatos y una minoría salió a votar por ellos.
Y lo más preocupante, se ha dicho que la popularidad de Claudia Sheinbaum aun ronda por el 85 por ciento, lo que significaría que debería ser el 85 por ciento de la población el porcentaje que tuvo haber salido a votar, pero solo fue el 10 por ciento, lo que muestra la verdadera popularidad de Claudia Sheinbaum y Morena.
Esto a pesar de que mucha gente de comunidades pobres fue acarreada para ir a sufragar y al no tener idea de por quien hacerlo se les entrego un “acordeón” que comparado a los resultados es casi una copia de este “acordeón”. Es decir se voto por quien se ordeno votar.
Esto último significa que los y las ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y los magistrado del Tribunal de Disciplina , creara con personas muy cercanas a Morena y específicamente al mesías de Macuspana, quien antes de dejar el poder Ejecutivo eligió a las personas que deberían estar en las boletas.
Esto por supuesto que para Claudia Sheinbaum no resulta un triunfo sino una demostración más de quien en verdad gobierna es AMLO y no ella: Claudia Sheinbaum Pardo no logró poner a ninguna persona cercana a ella en esas boletas.
Es deja como conclusión que la Corte de Justicia y le Tribunal de Disciplina trabajarán al servicio del tabasqueño, con miras de establecer las condiciones para que la transición a un segundo piso de la 4T, donde el protagonista será una persona cercana a AMLO como candidato presidencial en 2030 se ira allanando.
También significa que las decisiones que se tomen en la Corte tendrían un sesgo muy marcado a favor del partido en el poder y de su líder, por lo que será un elemento inhibidor de capitales de inversión en el país, derivada de la percepción internacional de que México no es democrático y que se maneja a partir de un cúpula que centraliza el poder a favor de una sola persona, como lo esta haciendo desde ahora.
Esta subordinación de dos poderes de la Unión ante uno solo deteriora el Estado de Derecho y las posibilidades de crecimiento económico lo que se refleja en la calidad de bienestar de la población.
