
La reforma que busca garantizar el salario mínimo en establecimientos de servicio como hoteles y restaurantes, así como la protección de las propinas, es positiva y refuerza la dignidad laboral de los colaboradores, asegura la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) de la Ciudad de México.
Ell titular del organismo, Jack Sourasky, señala que el salario mínimo está establecido en la Ley “Aplaudimos de parte del sector, el que hoy por hoy tengamos una iniciativa donde se garantice que la propina sea bien distribuida. Aplaudimos que se busque de manera clara que la repartición debe ser ordenada, y apoyamos esta iniciativa para que se aplique la ley, y que todo el mundo tenga su salario mínimo y que en las propinas nadie le pueda meter mano”, asevera.
“Aplaudimos de parte del sector, el que hoy por hoy tengamos una iniciativa donde se garantice que la propina sea bien distribuida. Aplaudimos que se busque de manera clara que la repartición debe ser ordenada, y apoyamos esta iniciativa para que se aplique la ley, y que todo el mundo tenga su salario mínimo y que en las propinas nadie le pueda meter mano”, asevera.
En abril pasado, la Cámara de Diputados aprobó la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) que tiene como objetivo asegurar el salario mínimo en establecimientos de servicio como restaurantes, hoteles y bares, así como una mayor protección a las propinas que reciben los colaboradores de esos sectores.
Los cambios realizados prohíben a los patrones cambiar la remuneración, que no puede ser menor al salario mínimo o salario profesional establecido, por propinas o cualquier tipo de gratificación a los trabajadores.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en el primer trimestre de 2025 hubo 1.7 millones de personas con un trabajo subordinado, pero sin un salario, es decir, sus ingresos dependen en mayor medida de propinas o comisiones.
En ese sentido, Sourasky expone que garantizar un ingreso fijo, independiente de las propinas, es un paso indispensable para profesionalizar la industria y sobre todo brindar mayor certidumbre tanto a empleados como a empleadores del sector.
Por otro lado, reconoce que existen diversos retos y preocupaciones que tiene el sector en cuanto a la reforma.
“Un reto es no responsabilizar a los patrones, siempre ha sido un asunto de los trabajadores la repartición de la propina, pero sí, obviamente hay que crear mecanismos y políticas de cómo se va a repartir”, comenta.
Agrega que se debe trabajar en una reglamentación secundaria sobre cómo se va a implementar en su totalidad la reforma, “creo que ese es el reto, no nada más para la industria, sino también para los legisladores”.
“Una preocupación es la situación de los negocios informales o pequeños que pueden operar al margen de la ley laboral; para ellos, ajustarse a la normativa implicará cambios importantes en su modelo de operación. Estamos llamando a esos establecimientos a acercarse a la Canirac para recibir orientación y apoyo, de modo que puedan cumplir con la ley”, indica.
Añade que han solicitado a las autoridades competentes, que las labores de inspección y verificación se enfoquen en quienes no cumplen, asegurando así un piso parejo y evitando la competencia desleal contra restaurantes que cumplen las leyes.
El representante de la Canirac en la Ciudad de México indica que otro aspecto relevante es garantizar que la aplicación de la reforma sea homogénea y totalmente clara.
“Celebramos que la reforma especifique que la distribución de las propinas queda en manos de los trabajadores, sin injerencia del patrón, porque eso brinda transparencia y justicia. No obstante, estaremos atentos a posibles dudas o conflictos internos que pudieran surgir sobre ese reparto”, destaca.
El organismo señala que es necesario aclarar a los clientes que esta medida no elimina ni sustituye la propina voluntaria; “tememos ligeramente que algunas personas pudieran malinterpretar la reforma y pensar que “ya no hace falta dejar propina” cuando visiten un restaurante”.
“La reforma, bien aplicada, fortalecerá al sector: brindará certeza jurídica, mejorará las condiciones laborales de nuestro personal y alentará una competencia más justa entre todos los jugadores de la industria”, afirma el dirigente de la Canirac en la capital del país.
Sourasky explica que, una vez que revisen el documento final podrían presentar algunas propuestas para mejorar el funcionamiento de la ley sin afectar a ningún entre productivo.
“Una vez que revisemos el documento, a lo mejor nos acercaremos a los legisladores para que en su momento podamos hacer algunas observaciones, si de alguna manera tiene un desconocimiento de parte de cómo opera el sector”, afirma.
La Canirac advierte que los comercios donde sí habrá ajustes serán en aquellos establecimientos que operan de manera informal o con prácticas rezagadas, ya que esos negocios deberán integrar a sus meseros y personal a la nómina, asegurando que todos reciban al menos el salario mínimo más sus propinas.
“Esto significa formalizar contratos, registrar a los trabajadores ante la seguridad social y otorgar prestaciones de ley, algo que en muchos casos ya se hacía y ahora será uniforme para todos. Los meseros, cocineros, baristas y demás colaboradores continuarán recibiendo sus propinas, pero con la tranquilidad de saber que cuentan con un ingreso fijo”, señala.
Cabe recordar que la reforma está dirigida a hoteles, restaurantes, bares, empresas deportivas, de entretenimiento, estaciones de servicio de combustible y otros establecimientos análogos.
Por otro lado, con el blindaje salarial que se establece en los cambios se busca una protección mayor a las propinas, prohibiendo totalmente a los empleadores la participación dentro de esas gratificaciones.
La reforma agrega que es obligatorio la verificación de que las propinas se entreguen a los trabajadores y la distribución sea totalmente equitativa.
La Canirac indica que han preparado guías y sesiones de capacitación para que todos los restaurantes tengan conocimiento de las nuevas disposiciones y las implementen correctamente.
“Hemos enfatizado entre nuestros agremiados la importancia de establecer mecanismos claros para el reparto de las propinas, de acuerdo con lo que marca la reforma: es decir, que la distribución sea equitativa y quede a cargo de los propios trabajadores, tomando en cuenta el tiempo laborado y la función de cada quien”, refiere.
En ese sentido agrega que mantienen una comunicación plena con las autoridades laborales para aclarar cualquier duda y facilitar la transición.
“Tras la publicación oficial de la reforma, habrá un plazo de 180 días para que los centros de trabajo ajusten sus políticas internas y aprovecharemos ese periodo para apoyar a los negocios. Nuestra meta es que, al concluir ese lapso, todos nuestros afiliados estén en pleno cumplimiento de la ley”, asevera.