
Por Víctor Barrera
Con qué cara se plantan los funcionarios públicos emanados de e Morena ante la gente, ante el pueblo sabio y pobre, para manifestar que tienen propiedades evaluadas por millones de pesos y algunos hasta en millones de dólares.
Entonces no ha existido ese cambio que se prometió, donde la austeridad y el ahorro serian la base fundamental de la forma de vivir de los nuevos funcionarios públicos, porque ahora conforman la nueva clase política rica.
Increíble que después se quiera explicar ese enriquecimiento a través de herencias o de ser muy buenos empresarios. Pero ninguno de estos pretextos puede explicar esa cantidad de bienes y dinero que ostentan esos funcionarios, que se convierten en funcionarios de dos caras.
Hemos conocido que la mayoría de estos nuevos funcionarios manifiestan haber recibido de sus abuelos una gran cantidad de dinero o propiedades y que son lo que ahora cuidan y hacen crecer. Pero eso nadie se los cree.
Es momento de salir a la calle y preguntar a todo ese pueblo sabio y pobre, si cree que es correcto que mientras ellos logran sobrevivir con 6 mil u 8 mil pesos mensuales, esta nueva clase política tiene millones de pesos en propiedades que antes no declaraban y ahora resulta que las tenían por años.
El pueblo sabio y pobre que vive en una casa cuyo valor no pasa el millón y medio de pesos y vive de las migajas, o programas sociales, que estos nuevos ricos les avientan para tener su voto y simpatía, , no puede explicarse como aquellos que antes luchaban contra la clase política que acumulaba riquezas personales sirviéndose de su puesto público, ahora pretenda engañarlos afirmando que ya tenían esas propiedades y algunas otras las han comprado con el salario que reciben como servidores públicos.
El mesías de Tabasco, enseño a esta bola de rufianes que se puede engañar al pueblo y mantenerlo cooptado ofreciendo migajas, mientras que ellos se quedan con gran parte del pastel. A esta nueva clase política solo le bastaron seis años y medio para demostrar que no son iguales que los anteriores sino son peores y que todo lo que hacen , tiene el objetivo de incrementar su riqueza ya sin pudor, porque ahora las pueden declarar, aunque no justifiquen como las obtuvieron.
Un trabajador que tiene un salario paupérrimo como el que se paga en el país, no logrará amasar la cantidad de dinero a lo largo de su vida laboral que esta nueva clase política tiene. Tampoco podrá tener una casa con varias habitaciones, alberca y algunos otros servicios, porque su casa va de 56 a 63 metros cuadrados.
Sin embargo, existen muchas personas que aun creen que esta nueva clase política es mejor, y sí es mejor, pero para mentir, para traicionar, para hacerse millonarios sirviéndose de ser servidores públicos.
Sin duda que muchos mexicanos siguen con vendas en los ojos y creen que hablar de “soberanía” del “pueblo sabio y pobre” de la lucha contra la corrupción, de democracia es la solución al país.
Solamente es necesario que ese pueblo sabio y pobre, en verdad vea lo que sucede en el país y de ser así es seguro que dejará de votar por esta nueva clase política que aplico el dicho de “quítate tú, para ponerme yo “.
Ojalá y este cáncer que se llama 4T y que es comandado por Morena, empiece a desaparecer, porque parafraseando a un viejo político, “ya nos saquearon, no permitamos que nos vuelvan a saquear”.