
México se ha convertido en un país puente en el camino de deportados centroamericanos y sudamericanos, desde Estados Unidos hacia sus lugares de origen en Centro y Sudamérica, así como de asentamiento temporal, principalmente en Tabasco y Chiapas, planteó el investigador y docente en el Colegio de la Frontera Sur, Luis Alfredo Arriola Vega.
De acuerdo con el académico, durante los últimos ocho años han ocurrido procesos que alteraron la dinámica de los flujos migratorios hacia México.
Los desplazamientos desde los países de origen hacia México entraron en una pausa, en un compás de espera, lo cual se refleja en el número de solicitantes de refugio, además de lo que está ocurriendo en los albergues.
A manera de ejemplo, expuso que, en marzo de 2024, el albergue de Palenque, Chiapas, atendió a 387 personas migrantes extranjeros, en su mayoría hondureños, con un promedio de 13 al día. Para enero de 2025 ese mismo lugar atendió 203 personas, es decir una reducción de 48% y para marzo 107 personas, es decir 32% menos.
El antropólogo destacó que muchos de los migrantes ya estaban en México al arranque del año en curso y les fue cancelada su cita ante las autoridades migratorias gestionada mediante la aplicación CBP One y otros han quedado varados en México o suspendidos en sus trayectorias migratorias.
“Eso abre la posibilidad de que algunos de ellos decidan permanecer de manera temporal o permanente en México”.
El especialista llamó la atención en que eso puede incidir en un cambio en la composición demográfica en ciudades como Tapachula, Chiapas, donde hay una cantidad importante de haitianos y Tenosique, Tabasco, donde hay un número importante de hondureños.
Comentó que recientemente comenzó a operar un vuelo entre Tapachula y La Habana, con escala en Monterrey, lo cual es una muestra de lo que está ocurriendo en materia demográfica en la zona.
Además, recordó que se ha incrementado el número de venezolanos en varias ciudades de México.
“Estos procesos motivados por estas poblaciones migrantes ya estaban en marcha, pero se van a acentuar”.
Por otra parte, dijo que, durante el año fiscal estadounidense 2024, (agosto de 2023 a octubre de 2024) 32% de todas las deportaciones desde ese país fueron mexicanos.
De acuerdo con el análisis del especialista, si se mantuviera esa misma proporción este año y en cantidades similares al primer mes de la segunda administración del presidente Trump, entonces unos 100,000 mexicanos serán deportados.
En su opinión, la actuación del gobierno o federal en materia migratoria ha sido reactiva y alineada a los requerimientos del presidente de Estados Unidos.
Indicó que Chiapas y Tabasco están sirviendo como paradas intermedias de migrantes mexicanos y extranjeros deportados desde Estados Unidos en su camino de regreso a sus lugares de origen.
Eso debido, principalmente a que una buena cantidad de migrantes están siendo enviados a Tapachula y Villahermosa desde el norte del país y desde Estados Unidos.
Citó que entre el 20 de febrero y el 20 de marzo pasado, llegaron a Tapachula 1,500 mexicanos y una cantidad importante de extranjeros.
Recordó que, en marzo, el gobierno de Tabasco informó que estaba llegando un vuelo semanal con migrantes mexicanos y centroamericanos deportados a Villahermosa.
Ante esa situación, expuso, las consecuencias fueron que se incrementaron considerablemente los costos de migrar hacia el norte y el peligro de esos desplazamientos.
Refirió que, antes de que llegara Trump a la presidencia, los traficantes de personas cobraban alrededor de 4,000 dólares por llevar a una persona de Tapachula a la frontera norte del país y ahora esa tarifa se duplicó.
Por otra parte, llamó la atención en que ante la falta de fondos algunas instituciones y organizaciones civiles dedicadas a defender los derechos de los migrantes, están siendo debilitadas.
Dijo que se sabe que las oficinas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) de Palenque, Chiapas y Tenosique, Tabasco, cerrarán el 30 de agosto, lo mismo que las de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas y Guadalajara, Jalisco, con el argumento de la baja en el flujo migratorio, pero también por la baja en los fondos para operar, sobre todo a consecuencia de la decisión de Estados Unidos de suspender ese tipo de apoyos.
Según el académico, alrededor de 130 personas de ACNUR van a ser despedidas en este año y, si sigue la escasez de fondos para el año seguirán.
Además, ese organismo reducirá los apoyos a la Comisión de Ayuda a Refugiados.
En tanto, Asylum Access, que es una organización no gubernamental que ofrece acompañamiento y servicios legales a personas que buscan refugio, decidió cerrar sus oficinas en Monterrey, Nuevo León, Tenosique, Tabasco y Palenque, Chiapas.
Para el especialista, todo apunta al endurecimiento de las medidas de contención de la migración por parte del gobierno de Estados Unidos y de México.
Sin embargo, recalcó que la migración hacia el vecino país del norte va a continuar, pero bajo otras condiciones, principalmente más caras y peligrosas.
Además, dijo que no debe dejarse de tener presente que el trato diferenciado que Estados Unidos da a los países influirá en la dinámica de los flujos migratorios.
“Todo apunta a que se mantendrá la contención, control y restricciones al tránsito de migrantes hacia Estados Unidos”.
Ante el impedimento de ingresar a Estados Unidos, muchos migrantes optarán por la espera prolongada o asentamiento temporal y permanente en México, reiteró.