
Con el fin de garantizar la incorporación de las mujeres, jóvenes y a las personas con discapacidad emprendedoras en las políticas de productividad y competitividad en México, la diputada Rocío López Gorosave, integrante de la bancada de Morena, suscribió una iniciativa que robustece la Ley para Impulsar el Incremento Sostenido de la Productividad y la Competitividad de la Economía Nacional.
Esta propuesta señala que la inclusión de personas jóvenes, mujeres y personas con discapacidad en la Política Nacional de Fomento Económico y el Programa Especial para la Productividad y la Competitividad en México, es esencial para garantizar un desarrollo económico equitativo, incluyente y sostenible.
De acuerdo como lo expone la presidenta del país, doctora Claudia Sheinbaum Pardo, en el Plan Nacional de Desarrollo, el modelo de crecimiento económico previo a la Cuarta Transformación generó desigualdades estructurales, particularmente en las regiones rurales y en sectores productivos que dependían de insumos externos.
Explicó que las políticas de fomento de la industria fueron insuficientes para mejorar la productividad, competitividad e innovación, y la planeación nacional orientada al desarrollo regional fue relegada en favor de un modelo económico que beneficiaba sólo a unos pocos.
Al respecto, refirió que la Constitución Política en su artículo 25, establece que corresponde al Estado la rectoría del desarrollo nacional para garantizar que éste sea integral y sustentable, que, mediante la competitividad y una más justa distribución del ingreso y la riqueza, se permita el pleno ejercicio de la libertad y la dignidad de los individuos, grupos y clases sociales.
López Gorosave detalló que una economía competitiva es la que permite a sus empresas y trabajadores prosperar en un contexto global, aumentando los niveles de ingreso, empleo y bienestar para la población en su conjunto. En ese tenor, indicó que el gobierno del segundo piso de la Cuarta Transformación, considera impulsar la capacitación continua de la fuerza laboral, especialmente en habilidades digitales y técnicas, para responder a las demandas de un mercado en constante evolución.
Señaló que la colaboración entre el sector público, privado y académico también resulta indispensable para generar sinergias que impulsen una productividad incluyente, sostenible y territorialmente equilibrada. Sin embargo, “nada de esto puede llevarse a cabo sin la especial atención que debe brindarse a las mujeres, jóvenes y personas con discapacidad emprendedoras”.
Al incorporar un enfoque inclusivo que atienda especialmente a mujeres, jóvenes y personas con discapacidad emprendedoras, se garantiza que el crecimiento económico sea equitativo y representativo de toda la diversidad social del país, agregó.
Esta perspectiva inclusiva, advirtió, fortalece el tejido productivo nacional, promueve la justicia social y contribuye a cerrar brechas estructurales que limitan el acceso a oportunidades, generando así un entorno más competitivo, innovador y sostenible a largo plazo. “Y es que permite garantizar la participación efectiva y equitativa de las mujeres, los jóvenes y las personas con discapacidad emprendedoras”.
La legisladora federal resaltó que estos grupos históricamente vulnerables, representan un vasto potencial humano y productivo que, al ser adecuadamente integrados, puede contribuir significativamente a la innovación, la diversificación económica y la generación de empleo. Por lo que incorporarlas, permite no solo reducir las desigualdades estructurales, sino también ampliar la base productiva nacional, fortaleciendo la competitividad interna e internacional.
“Al promover la inclusión de estos sectores en las estrategias de crecimiento, no solo se avanza en el cumplimiento de los principios de igualdad y no discriminación, sino que también se fortalece la capacidad innovadora y competitiva del país, aprovechando de manera más eficiente el talento y las capacidades presentes en toda la población”, sostuvo.