
Una alianza de 12 estados de Estados Unidos lanzó el miércoles un desafío legal a los aranceles impuestos por Donald Trump, dado que sus líderes demócratas consideran que el presidente republicano no podía imponerlos sin la aprobación del Congreso.
El grupo, que incluye a Arizona, Oregón, Nueva York y Minnesota, retoma así una táctica lanzada por California, que presentó un procedimiento similar la semana pasada.
“El demencial plan arancelario del presidente Trump no solo es imprudente desde el punto de vista económico, también es ilegal”, dijo en un comunicado el fiscal general de Arizona, Kris Mayes.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha hecho caer las bolsas mundiales al cuestionar décadas de libre comercio.
Lanzó una guerra comercial contra China e impuso aranceles de 10% a productos de decenas de países de todo el mundo. El mandatario también amenaza con introducir aranceles mucho más punitivos.
Pero según la demanda presentada el miércoles, la ley de 1977 que invocó el multimillonario republicano no le permite utilizar medidas de emergencia para imponer aranceles, un poder que la Constitución estadounidense atribuye al Congreso.
“Al arrogarse la autoridad de imponer aranceles sustanciales y siempre cambiantes a todos los productos que entren en Estados Unidos que él elija, por cualquier razón que considere oportuna para declarar una emergencia, el presidente ha alterado el orden constitucional y ha sumido a la economía estadounidense en el caos”, detalla la demanda, presentada ante la corte de comercio internacional de Estados Unidos.
Trump afirma que, a largo plazo, su política proteccionista traerá de vuelta la producción industrial a Estados Unidos.
Pero, a corto plazo, está creando una gran incertidumbre y es probable que provoque un aumento de los precios para los consumidores y la pérdida de puestos de trabajo, según muchos economistas.
La semana pasada, el estado de California impugnó ante los tribunales los aranceles impuestos por Trump. Su gobernador Gavin Newson comparó las tarifas con “el peor autogol de la historia de este país”.
“Una de las cosas más autodestructivas que hemos vivido en la historia moderna de Estados Unidos”, dijo Newsom.