
DOCUMENTAL POLÍTICO
*Marina del Pilar y Víctor Castro, ganan medalla de oro en impericia política, torpeza, complicidad y delincuencia organizada
Si Claudia Sheinbaum Pardo no hace cambios, si no mete orden, si no se involucra de lleno en la problemática nacional y corrige el desorden, corruptelas y escándalos de varios gobernadores, no podrá decir que el gobierno es suyo, aunque sí la responsabilidad.
Si el pueblo pone y el pueblo quita (¿o será solo potestad de López Obrador hacer eso?), entonces debería la encargada del despacho presidencial ya no preguntar sino ver en qué condiciones tienen a sus entidades, oscuros personajes como Rubén Rocha Moya, Marina del Pilar Ávila Olmeda, Víctor Castro y Américo Villarreal, por solo citar a algunos, que sucumbieron a las maletas llenas de dinero a cambio de ceder territorio y el control de las policías locales y de algunos ayuntamientos para los narcos que los apadrinan.
Dicen que la patria comienza en las fronteras, sur y norte que tenemos, y es ahí, en esas regiones, donde más se nota la descomposición social y gubernamental, porque quienes comandan esos gobiernos, son rehenes y socios de los grupos delincuenciales, y su voracidad por el dinero, los hace presa fácil.
Lo mismo Baja California que Tamaulipas; Sonora y su zona colindante como Sinaloa y Baja California Sur, son entidades entregadas a los capos y sometidas por las balas y las amenazas de esos criminales.
Por donde uno vea escurre sangre, incompetencia y corrupción.
Gobernadores y alcaldes contra las cuerdas, sometidos y más atentos a las demandas de los narcos que a las necesidades de sus pueblos y comunidades, es lo que sobra en nuestro país.
En Mexicali, capital de Baja California, donde la gobernadora está más preocupada por mal bailar, mal cantar y ser tendencia en las redes sociales por sus frivolidades, ya le recordaron los narcos que son ellos y no su policía, los que controlan las calles. Ahí ya amenazaron al nuevo jefe policiaco, y o se alinea o se muere, dijeron en las mantas que colocaron en los puentes de esa ciudad.
¿Qué responderá doña Marina del Pilar Ávila Olmeda a tal provocación, que bien prendida del cuello y hombro sale en una foto con un conocido narco de la región? ¿Qué le compren, destierren o entierren a su jefe policiaco?
Es del conocimiento de toda la población de la entidad, que ella y su corrupto y voraz marido, Carlos Torres, hacen y deshacen a su antojo con el presupuesto estatal, y que sus ligas con delincuentes son uno de sus principales negocios.
En la Baja Sur las cosas no son muy distintas. En esa turística tierra, el desvío y desorden financiero, la impericia política, la insensatez de su gobernador, la presencia y control de todo por parte de narcotraficantes; el abandono de las áreas productivas, que podrían potencializar su desarrollo y crecimiento, son la causa de un brutal estancamiento.
Ahí manda la anarquía. Los capos ponen y quitan funcionarios. Controlan ayuntamientos, como el de Los Cabos, donde la familia Agundez, hoy con Christian Agundez Gómez al frente, han entregado la Secretaría de Seguridad Pública local a narcos uniformados de policías.
En Los Cabos son señalados Edilberto Miramontes Gámez y Carlos Beltrán, jefe policiaco y Oficial Mayor respectivamente, de estar coludidos con los “Chapitos”, que roban, asesinan, secuestran, trafican y mandan.
Mientras tanto, el cobarde, débil, tímido y temeroso de Víctor Castro, que lloró en un evento ante la presencia del capo mayor, López Obrador, pasea su incapacidad para enfrentar desafíos, conflictos y riesgos, esperando que el tabasqueño y su gallo Adán Augusto López Hernández lo protejan, para que no trascienda más que él está en la otra nómina, la de los “Zambada”, o los “Mayitos”.
¿Sheinbaum Pardo seguirá ignorando todo esto? ¿No se hará de su gente para hacer los relevos que requiere, no sólo en su gabinete, sino en el Senado, la Cámara de Diputados y varias entidades pésimamente gobernadas?
De ser así, será cómplice de la mayor tragedia, de la más grande degradación del Estado mexicano, de la destrucción de una nación, que está convirtiendo su territorio en el mayor cementerio del planeta, donde la ley que impera, es la de las balas, las masacres y las desapariciones.
¡Gobierne señora!, es su obligación. Le dieron la oportunidad, no la desprecie ni desperdicie. No pase a la historia como la marioneta del mayor embustero y defraudador. No se preste. Tenga coraje. Tenga dignidad.
Buena lección le están dando a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo las diputadas de Morena en San Lázaro, que por encima de las presiones cupulares para defender al haragán, nefasto, ignorante, corrupto y presunto enfermo mental de Cuauhtémoc Blanco, que al pretender violar a su media hermana, se ha ganado el repudio generalizado y muy posiblemente termine alojado en el penal de Atlacholoaya…¿Podrá la presidenta tomar también el control y mando del gobierno por encima de las presiones de su tutor?… El lamentable tema del ex futbolista es una oportunidad de oro para que Hugo Éric Flores Cervantes, que encabeza la comisión que lleva el proceso de desafuero del ex gobernador de Morelos, pruebe no sólo congruencia, sino talento, valor, autoridad moral y pericia política, pues los ojos de México entero están sobre la determinación que tomen para sancionar a un impresentable. Hugo Éric Flores ganaría respeto en tiempos en los que los políticos lo han perdido… Sobre este tema muchos nos preguntamos: ¿de dónde viene la presión para defender al ex patea balones? ¿Es López Obrador? ¿Monreal? ¿O Claudia Sheinbaum en agradecimiento a los millones que Cuauhtémoc Blanco y varios gobernadores le aportaron a la campaña presidencial tanto de las arcas de las entidades como de lo que recolectaban del narco? ¿Y Margarita González Sarabia, actual gobernadora de Morelos, será tibia frente a un presunto hecho más que condenable? ¿La van a doblar las mafias que encabezan el movimiento de la 4T?…Hoy se cumplen 31 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio y pasarán 30 años más sin que se sepa quién fue el autor intelectual de su crímen… ¿Será cierto que Donald Trump pretende organizar en su país un foro o evento entre gobernadores México-Estados Unidos, para que ya estando allá, varios de los nuestros sean detenidos como narcopolíticos? ¿Estarían dispuestos a ir Rubén Rocha Moya, de Sinaloa; Américo Villareal, de Tamaulipas; Marina del Pilar Ávila Olmeda, de Baja California; Alfredo Ramírez Bedolla, de Michoacán; Alfonso Durazo, de Sonora; Évelyn Salgado, de Guerrero, y Víctor Castro, de Baja California Sur, entre algunos más?