El hallazgo de objetos personales y restos de huesos quemados en el predio rancho Izaguirre, ubicado en el municipio Teuchitlán, Jalisco, atrajo el interés de la opinión pública sobre el grave problema de desaparición forzada de personas que ha crecido exponencialmente durante las últimas décadas en el país.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), en México hay 352,019 personas registradas como desaparecidas, no localizadas y localizadas. La base de datos contiene reportes desde el 31 de diciembre de 1952 al 17 de marzo de 2025 (cuando este periódico la consultó). De esa cifra, 124,263 corresponden a personas desaparecidas y no localizadas y 227,756 a personas localizadas. De estas últimas 17,769 (8%) fueron halladas sin vida.
Los registros indican que, en lo que va del gobierno de la presidenta, Claudia Sheinbaum, las entidades con más registros de personas desaparecidas son el Estado de México, con 1,097 casos y la Ciudad de México, con 1,047 casos, seguidas de Sinaloa con 533 y Puebla con 517.
De acuerdo con el Informe Nacional de Personas Desaparecidas 2024, de Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), el rango de edad en el cual se concentran la mayoría de las personas desaparecidas sigue siendo de los 25 a 29 años.
La organización destaca que en todos los rangos de edad existen casos de desaparecidos y esto es una característica de que es una práctica generalizada en el país.
Un análisis realizado por el seminario sobre violencia y paz de El Colegio de México señala que durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se pasó de tener una tasa de desaparecidos y no localizados de 6.24 casos por cada 100,000 habitantes registrada en el año 2022 a 7,77, lo que significó un incremento de 24.52%. El promedio del sexenio fue de 7 por cada 100,000 habitantes.
En este caso, las fuentes de información utilizadas para su análisis refieren que del 1 de diciembre de 2018 hasta el 30 de septiembre de 2024 se contabilizaron 196,442 homicidios y 52,342 personas desaparecidas y no localizadas.
El análisis realizado por Dulce Alicia Torres Hernández y Erika Giselle Delgadillo Martínez indica que la tasa de homicidios en el sexenio del presidente Vicente Fox fue de 10.5, en el de Felipe Calderón 18.75, en el de Enrique Peña 22.18 y en el de López Obrador de 25.84.
La tasa promedio de personas desaparecidas y no localizadas durante el sexenio del presidente Vicente Fox fue de 0.15; en el de Felipe Calderón 2.63; en el de Enrique Peña 4.68 y en el de López Obrador 6.92.
Destacan que las tasas de homicidio por cada 100,000 habitantes registraron una disminución continua durante el sexenio de López Obrador —entre 2019 y 2023 se redujeron en un 22.58%—, aunque no ocurrió lo mismo con las desapariciones y no localizaciones —estas aumentaron un 7.62% entre los mismos años de comparación—.
