
Fue la negligencia del expresidente Andrés Manuel López Obrador de “abrazar a la delincuencia” y permitir el empoderamiento del narco lo que ahora tiene a México hundido en dos crisis: seguridad y relaciones internacionales con Estados Unidos, afirmó la Vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional (GPPAN), Noemí Luna, al exigir al oficialismo defender la soberanía nacional y que no sólo sea “reformita”.
“Las herencias malditas de Andrés Manuel López Obrador le pasan factura a su sucesora, la Presidenta Claudia Sheinbaum”, especialmente la fallida estrategia de “abrazos no balazos”, dijo la Legisladora Federal al responsabilizar al exmandatario de no haber hecho nada para combatir a los grupos delincuenciales y llevar a la nación a esta situación.
Por ello, la Vicecoordinadora dijo que “es hora que el oficialismo defienda la soberanía de las y los mexicanos y no quede simplemente en un discurso y en una “reformita” constitucional e inocua, en franca alusión a la recién aprobada por mayoriteo reforma constitucional en materia de defensa y fortalecimiento de la soberanía nacional enviada por la Presidenta Sheinbaum.
Afirmó que “la crisis de inseguridad no sólo tienen a México sumido en el miedo, asesinatos, desapariciones forzadas y bajo el poder de un narcogobierno; sino que también lo tiene en una crisis de relaciones internacionales y diplomáticas con Estados Unidos”, originada específicamente el en tráfico de enervantes y que se traduce en las amenazas económicas de Donald Trump.
“A nadie le gusta que el Presidente del país vecino sea un bravucón y nos esté amenazando. ¡No, no lo festejamos! Pero, tampoco podemos negar que es culpa de la transformación de cuarta que Trump amenace a México con aranceles, porque bajo la complacencia del Sr. López se empoderaron los cárteles, que por nuestra nación trafican el 90% de las drogas que llegan a USA”.
“En especial el fentanilo, que al año mata a 70 mil estadounidenses por sobredosis, a razón de 9 fallecimientos cada hora. Y, por supuesto, somete a México a una crisis de inseguridad que deja miles de fallecidos por daños colaterales”, explicó la dirigente panista en la Cámara de Diputados.
Y agregó: “ese es el tamaño del problema que López Obrador negó durante todo su sexenio. Ahora quien encabeza el narcogobierno lidia con las consecuencias”.
De lo anterior, aclaró que Trump no otorgó ninguna dispensa a México al extender al 2 de abril la entrada en vigor de las tarifas a las exportaciones; fue una concesión a la industria automotriz norteamericana, por lo que nuevamente criticó el “NarcoFest” organizado por Sheinbaum en el Zócalo para festejar un logro inexistente.
A EU no le gustó la celebración adelantada de Sheinbaum, tal y como lo dijo su representante ante la Comisión de Narcóticos de la ONU, Cart Weiland: “es pronto para festejar”, pues hay mujeres y niños que mueren por las balas y hay que contener el tráfico de drogas.
Además, el 12 de marzo -tal y como había amenazado-, Trump aplicó los aranceles del 25% al acero y aluminio; y seguramente el 2 de abril iniciarán otra vez las negociaciones, las amenazas y, posiblemente, la entrada en vigor de aranceles recíprocos de la Unión Americana.
En cambio, recordó, el “NarcoFest” siempre tuvo la finalidad de ser un evento partidista – al que le destinaron 1 mil 500 millones de recursos públicos-, para vapulear al Poder Judicial y promocionar la “elección judicial”, que les permitirá colocar juzgadores a modo y en muchos casos, lamentablemente, impuestos por el propio narcotráfico. Nunca fue un acto de unidad nacional, dijo Noemí Luna.