
A un lado de las vallas que cercan Palacio Nacional, madres buscadoras realizaron, desde justo antes que amaneciera, una ceremonia en la que recordaron a sus hijas desaparecidas víctimas de feminicidio, y anunciaron la fundación del frente de madres buscadoras Luciérnagas.
María del Carmen Volante Velázquez, madre de Pamela Gallardo Volante, desaparecida el 5 de noviembre de 2017 en el Ajusco, en la Ciudad de México, cuando tenía 23 años de edad, expuso que la constante en las indagatorias es la impunidad.
“Los juzgadores, los ministerios públicos; todos nos han fallado en las investigaciones; para ellos son solo carpetas, y para nosotras son seres amados, es una hija que con su ausencia se lleva a toda una familia completa”.
En el Día Internacional de la Mujer (8M) las madres buscadoras colocaron en la acera mantas en tonos morados con la imágenes de sus hijas y las rodearon de velas artificiales y flores. Allí denunciaron la ineficiencia de las procuradurías y el desaseo de las indagatorias, así como el “nulo” compromiso de los gobiernos para proporcionarles justicia.
Explicó que “somos un frente común de familias. Vamos a quitarle la colectividad, porque realmente las que caminamos y seguimos buscando somos las madres, somos las familias”.
Aidé Hernández Ávila, madre de Natali Carmona, desaparecida el 27 de enero de 2019 cuando salió desde la Ciudad de México a Puebla junto con su pareja, consideró que quienes deben otorgarles justicia “han normalizado la impunidad” en los casos de desapariciones y feminicidios.
“Ella estuvo tres años desaparecida, yo exigí una búsqueda en Puebla, porque allí fue localizada su pareja a los 15 días de que ellos desaparecen. La Fiscalía de Desaparecidos hizo tres búsquedas, supuestamente, con resultados negativos. Nunca hubo línea de investigación, para ellos mi hija no estaba en el lugar donde habían encontrado a su pareja.
“Osea que tres años, la fiscalía y la comisión de búsqueda me vieron la cara, porque fueron tres búsquedas simuladas, que la familia se creyó. En la última búsqueda tuvo que estar la familia presente para demostrarles a las autoridades que adonde nosotros decíamos que ella podía estar, efectivamente estaba”.
Refirió que “al no haber búsquedas inmediatas, dentro de 72 horas, y malas investigaciones, todo esto se va atrasando ¿Y en qué terminan? En feminicidios. Yo siento que el Estado ya lo normalizó la impunidad”.
Juana López Martínez, de la comunidad triqui, narró que su hija de 36 años desapareció el 20 de junio de 2024. Alrededor de cinco meses ella estuvo desaparecida, hasta que su cuerpo fue encontrado en la carretera México-Querétaro.
“En cuanto se perdió fui a pedir ayuda, fui a la fiscalía de la Ciudad de México a levantar la denuncia. No me hicieron caso, y no hicieron nada”.
Destacó que solo cuando acudió a un grupo de madres buscadoras puso avanzar el caso.
“Solamente estoy pidiendo justicia”.