Por Víctor Barrera
Ayer menciones que para calificar el trabajo de este sexenio habría que medir, con datos tres elementos que nos mostraran en que sitio estamos.
En esta ocasión, veremos los resultados en términos de números y los compararemos para saber que calificación obtendría la llamada administración de la Cuarta Transformación
Empezaremos con el resultado del crecimiento económico. En este sexenio el promedio de forma anualizada cerrara con un nivel de 0.9 por ciento, que representa el nivel más bajo del presente siglo
Tan solo en la administración de Enrique Peña Nieto, a la que el aun inquilino de Palacio Nacional como con “crecimientos mediocres” estos fueron de 2.3 por ciento
Respecto al nivel de inflación, un elemento que golpea de manera más impactante a los pobres, esta se presenta como el mayor nivel, que será aproximadamente de 5 por ciento, respecto a las administraciones anteriores de este siglo.
Esto significa que el costo de los productos se incrementó y esto derivo en las economías de las familias mexicanas de manera importante.
En cuanto al tipo de cambio, este elemento que durante todo este sexenio se presumió por tener un peso fortachón, nos muestra que este quedo prácticamente sin movimiento, porque al inicio de este sexenio el tipo de cambio era de 19.7 pesos por dólar y posiblemente este cerrara en 19.8.
Respecto al nivel de endeudamiento, este sexenio deja un déficit cercano al 5 por ciento, que es el más alto comparado a los llamados gobiernos neoliberales de este siglo.
Estos números macroeconómicos, si se trasladan la economía familiar dejan un sabor amargo, porque muchas de las familias mexicanas, solamente subsistieron durante este sexenio.
Afortunadamente nuestro país tiene riquezas naturales que permiten al país no sucumbir ante malas administraciones, pero estas no son infinitas por lo que será necesario que se apliquen políticas públicas encaminadas al crecimiento económico, que favorezca la producción nacional, y el consumo interno
Esto será la tarea principal de la próxima administración federal con el objetivo de evitar caer en un ambiente de crisis económica y financiera.
