Luchando por salvar su campaña de reelección, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró ayer que su desastroso desempeño en el debate de la semana pasada fue un “mal episodio” y descartó “completamente” que vaya a dejar la contienda, lo cual, sin embargo, no apagó los focos rojos en el Partido Demócrata, donde un senador intenta reunir a un grupo de legisladores para pedirle que dé un paso de costado.
En una entrevista con el periodista y exconsejero cercano a Bill Clinton, George Stephanopoulos, que se transmitió por la cadena ABC —su primera aparición en televisión desde el debate—, el presidente recordó esa noche, pero buscó llevar tranquilidad a todos los estadounidenses al decir que sólo “fue un mal episodio”.
“No hay indicios de ninguna afección grave. Los doctores dijeron que estaba exhausto. No hice caso a mis instintos en cuanto a la preparación y fue una mala noche”, aseguró. Inclusive, rechazó hacerse una prueba cognitiva porque ser presidente equivale a pasar “un test cognitivo a diario” y no hay nadie “más calificado” que él para ganar las elecciones.
Cuestionado por el presentador sobre por qué los casi 11 días que llevaba en el país tras su viaje a Europa no fue suficiente tiempo de descanso, respondió: “Estaba enfermo, me sentía terrible… de hecho le pedí a los médicos que me hicieran una prueba de Covid para averiguar qué me pasaba” y aunque descartaron una infección, “tenía un resfriado muy fuerte”.
Destacó, a continuación, que tras el debate encabezó “10 eventos importantes al hilo, con multitudes y sin tener una mala respuesta. Simplemente tuve una mala noche y me di cuenta de eso porque mientras contestaba las preguntas y, aunque su micrófono (de Trump) estaba apagado, me estaba gritando y distrayendo… no tenía el control de lo que ocurría”.
No obstante, Biden aseguró que los errores fueron culpa suya y de nadie más, y que falló al creer que podía prepararse como “normalmente hubiera hecho al sentarme con líderes extranjeros o ante el Consejo de Seguridad Nacional”.
“No sería candidato si no pensara que puedo ser presidente durante cuatro años más. Soy candidato porque creo que entiendo mejor qué es lo que tenemos que hacer para llevar a esta nación a un nuevo nivel”, cerró la charla.
Previamente, durante un acto de campaña en Madison, Wisconsin, Biden ratificó su candidatura. Cuando periodistas le preguntaron si la suspendería, respondió que “descartaba eso completamente”.
Soy candidato y voy a ganar de nuevo. Déjenme decir esto tan claramente como pueda: sigo en la carrera. Derrotaré a Donald Trump, le gané en 2020 y lo volveré a hacer.
“Soy candidato y voy a ganar de nuevo. Déjenme decir esto tan claramente como pueda: sigo en la carrera. Derrotaré a Donald Trump, le gané en 2020 y lo volveré a hacer”, dijo el mandatario frente a una multitud de seguidores que se reunió para manifestarle su apoyo.
“¿Creen que soy demasiado viejo para vencer a Donald Trump? Pues esta es mi respuesta: me presentaré y voy a ganar. Voy a competir, y voy a ganar otra vez”, continuó. También preguntó retóricamente a los asistentes si era “demasiado viejo” para lograr la aprobación de leyes de control de armas, crear empleos y ayudar a aliviar la deuda de los préstamos estudiantiles, y dijo que haría más en un segundo mandato.
Asimismo, arremetió contra su rival, al recalcar que Trump dijo alguna vez que “el ejército de George Washington ganó la guerra al quitarle a los británicos el control de los aeropuertos. Y ahora digan que yo me equivoco al hablar”.
FUEGO AMIGO. Sin embargo, los ingentes esfuerzos del aspirante demócrata de 81 años para corregir el rumbo tras su desempeño en el debate aún no logran sofocar las frustraciones internas en su partido.
Un influyente senador demócrata de Virginia, Mark Warner, está intentando reunir un grupo de legisladores de su partido para pedirle al presidente que abandone la carrera presidencial, según dos personas con conocimiento directo del esfuerzo, publicó el diario Washington Post.
Según el medio, Warner les está diciendo a los senadores demócratas que Biden ya no puede seguir en la elección a raíz de su vacilante desempeño en el debate, y que está profundamente preocupado de que no pueda llevar adelante una campaña que pueda vencer a Trump .
La portavoz de Warner, Rachel Cohen, no confirmó ni negó lo publicado por el WP, y en su lugar emitió una declaración que decía: “Como muchas otras personas en Washington y en todo el país, el senador Warner cree que estos son días críticos para la campaña del presidente, y se lo ha dejado claro a la Casa Blanca”.
Biden dijo ayer a periodistas que había hablado con al menos 20 congresista y que todos le están diciendo “que se quede en la carrera”. Cuando se le preguntó sobre las preocupaciones de Warner, dijo que él era el “único” que lo presionaba para que se hiciera a un lado, “nadie más me está pidiendo que haga eso”.
Entre las opciones que se consideran los legisladores está una reunión en la Casa Blanca con el presidente, donde podrían expresar sus preocupaciones en persona. Aunque ningún senador en funciones ha pedido públicamente que Biden se retire, han compartido en privado sus crecientes preocupaciones.
El líder de la mayoría del Senado, Charles E. Schumer, ha dicho a los senadores que esperen hasta que haya más datos de las encuestas sobre la posición de Biden y los demócratas antes de tomar cualquier decisión, según las fuentes.