Mario Delgado Carrillo, recientemente designado como Secretario de Educación Pública para el gabinete de la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, deberá buscar soluciones más allá de las becas prometidas en campaña y darle a la educación la importancia necesaria para resolver sus principales retos como la deserción, señaló Mexicanos Primero.
El sistema educativo nacional que encontrará tiene carencias importantes que hasta ahora impiden garantizar que todas las niñas, niños, adolescentes y jóvenes en México puedan estar en la escuela, permanecer y aprender en ella, sin importar su origen o contexto socioeconómico, así como concluir con éxito su trayecto educativo hasta la educación media superior, por lo menos, dijo en un posicionamiento.
La trayectoria de Mario Delgado incluye los ámbitos político y legislativo e incluso fue secretario de Educación en el Gobierno de la Ciudad de México de 2015 a 2018; sin embargo, ha tenido posturas encontradas en relación con las reformas educativas por las que ha atravesado el sistema educativo nacional en la última década.
Primero, manifestó, de apoyo a la reforma educativa del gobierno de Enrique Peña Nieto en 2013 y, posteriormente, de repudio a la misma para reformarla 6 años después con la llegada del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2018).
Pero más allá de las posturas políticas de quien ocupará el cargo de secretario de Educación Pública, el Sistema Educativo Mexicano requiere de una gestión eficaz para dar respuesta a los desafíos que presenta, porque hasta ahora solo 28 de cada 100 estudiantes que ingresan a la primaria, llegan a la educación superior, destacó.
Esta realidad si bien es un reto, también es una oportunidad para “Presidenta de la educación” y el titular de la SEP, desde dotar de lo mínimo a las escuelas y formar maestras y maestros con recursos suficientes para permitir que sus estudiantes tengan lo básico para aprender, superen el rezago educativo y logren trayectorias completas sin abandonar sus estudios, concluyó.