Votemos la jornada laboral de 40 horas, insiste Rubén Moreira

En su programa digital de los sábados por la noche, “Con Peras, Manzanas y Naranjas”, el coordinador parlamentario Rubén Moreira Valdez anunció que este lunes va a enviar a la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, una excitativa para que ya se vote el dictamen que propone disminuir de 48 a 40 horas la semana de trabajo.

Acompañado por el economista Mario Di Costanzo, el líder congresista sostuvo que somos el país donde la gente trabaja más y proporcionalmente gana menos, por lo que vuelve a insistir, porque Morena no quiere que se vote, con un nuevo exhorto, para que se abra la votación en el Pleno.

“Estuve con algunos empresarios y me dijeron que habían estado en algún lugar muy importante y que les habían dicho que no se iba a votar. Parece ser que la oligarquía hace que Morena brinque la cuerda para no mover el dictamen”, indicó el coordinador de los diputados federales del PRI.

Señaló que la exdiputada de Morena, ahora independiente, Susana Prieto Terrazas, quien es promovente de la iniciativa laboral, es una mujer muy coherente. Recordó que ha impulsado el análisis y discusión de este dictamen en el Pleno cameral como una prioridad en este periodo de sesiones y como un asunto de interés público para los mexicanos.     

En su oportunidad, el economista Mario Dí Costanzo aseveró que todo parece indicar que a Morena se le está olvidando abordar esta iniciativa, mientras el gobierno no se cansa de decir que las cosas están mejor aun cuando los nueve millones de mexicanos que reciben un salario mínimo ahora pagan impuestos que antes no.

Además, el experto en finanzas expuso que cuatro de cada 10 personas que trabajan actualmente en el sector formal viven en pobreza laboral y no les alcanza para adquirir una canasta básica, pese a los aumentos salariales. Anotó que el ingreso de las personas no ha regresado a los niveles de 2018, se gasta más y el problema es la inflación, aunque el gobierno diga que ha disminuido.

Di Costanzo especificó que México tiene la sexta inflación más alta de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en alimentos, es decir, el promedio en el aumento de estos productos es de 7.3 por ciento y en las medicinas es superior al 7 por ciento. “La gente lo vive cuando va a comprar al supermercado, semana tras semana, que las cosas son más caras”, agregó.

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