Otra más de esta 4T

Por Víctor Barrera

Sin duda lo que esta ocurriendo en el Poder Judicial, la desaparición de 13  fideicomisos creados desde hace mas de 25 años con recursos de los mismos trabajadores, entre otros, no es sino una muestra de la muestra del  poder de Andrés Manuel López Obrador ante otro poder que ha demostrado que la división de poderes en el país tiene un significado importante.

Esta división, permitió que ninguno de los tres, que existen en el país, pudiera estar encima de los otros dos. Aunque durante años hemos visto que el poder Legislativo siempre responde a las ordenes del Ejecutivo, pero el Judicial simplemente se ha dedicado ha aplicar la ley.

Este sexenio, donde el inquilino de Palacio Nacional, ha sentido que México y sus riquezas son propiedad de él, y  por ello  puede disponer del dinero  de todos para cumplir sus caprichos, cobijado  bajo la frase, primero los pobres.

Desde el inicio de su administración, la cual se construyó también bajo el lema de un cambio y se adorno con la definición de la Cuarta transformación (4T),  no ha sido  nada más que una serie de desplantes de poder, donde  no ha existido ese cambio y mucho menos una transformación hacia delante, sino todo lo contrario.

Porque hemos sido testigos del derrumbe de sistemas como el de salud y el educativo, y el debilitamiento de  órganos autónomos que, también fueron creados a lo largo de los últimos 30 años, con el objetivo de obligar al los gobiernos de los tres niveles y a los integrantes de sus gabinetes a  actuar con claridad y rendir cuentas a los mexicanos.

Pero como a Andrés Manuel no le gusta rendir cuentas fue poco a poco minando a esos órganos, para doblegarlos, y que evitaran seguir hostigándolo sobre la rendición de cuentas.

Pero lamentablemente Andrés Manuel  no midió que  el querer quitar sus  ahorros a los trabajadores, simplemente  sería  el tamiz para medir y conocer sus  verdaderas intenciones. Andrés Manuel castiga y ridiculiza públicamente a quine no piensa igual que el y sobre todo que no lo venera. No tolera, ni tampoco concibe que alguien se oponga a sus caprichos, y mucho menos que esa oposición este basada en la ley, porque el se ha manifestado con que “No me vengan con que la ley es ley”.

López Obrador entiende que la gente que lo sigue, en su mayoría, solamente están atentos para acudir a cualquier acto donde se les otorguen dinero, aun cuando sean 300 o 500 pesos, Entiende que la gente con mayor necesidad económica podría  vender a su familia por un “apoyo” y que esa misma gente podría salir a la calle a golpear a quien se meta con su líder.

Sobre los recursos de los fideicomisos, una gran parte de ellos  tendrá el destino  de regresarse a la Tesorería de la Federación, donde el gobierno los destinara para comprar solo una pequeña parte de del material para concluir sus mega obras.

Pero en realidad ese dinero no le interesa a Andrés Manuel, le importa hacer  sentir que es un presidente fuerte, que lo dudo, que es un presidente que busca apoyar a los pobres, lo cual  siguen duda porque la pobreza se mantiene en los mismos niveles y la pobreza extrema va en aumento.

Nos mostrará a un mandatario que se engolosina con el poder  y como tal lo quiere imponer. No le importa si la gente  tiene para sus medicinas, su alimentación, su educación, al fin y al cabo todos ellos entran dentro de los pobres a quienes prometió ayudar, pero hace todo lo contrario.

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