Legisladores deben mirar las señales para evitar una crisis económica que podría estallarle a  la próxima administración federal.

Por Víctor Barrera

México, lamentablemente, esta más cerca de tener una crisis económica debido a los malos manejos financieros y la opacidad que se han manejado los recursos públicos en lo que va de esta administración federal y que no variaran durante este último año que le resta.

Por más que los “floreros” de Andrés Manuel López Obrador y sus empelados, entiéndase legisladores federales, quieran manifestar que México esta en  condiciones optimas en el sector económico, deberíamos atender las señales que nos muestran que en realidad no es así.

Es cierto que este gobierno ha tratado a través de muchas formas  mantener la opacidad, al manifestar que las obras que se construyen son de seguridad nacional y por ello deben reservarse sus  montos y financiamientos, por varios años, esto debería ser el primer foco de atención de todos los mexicanos, porque no sabemos exactamente el costo real,  hasta el momento de estas obras, pero si sabemos que aun falta por concluirlos y se necesitas mas recursos para ellos.

Por ello, este gobierno, ha ido eliminado aquellos órganos autónomos que significa transparencia y claridad en el manejo del dinero de todos los mexicanos, porque López Obrador piensa que estos recursos son su cartera personal y el puede disponer de ellos sin dar explicación alguna.

La situación económica-financiera del país es preocupante que se hace necesario encontrar  de donde sacar más recursos para salvar el termino de esta administración sin sobresaltos y que la próxima administración, sea quien sea la presidenta, enfrente el problema una vez que haya tomado posesión de su puesto. Algo como lo sucedido en 1994. Donde tan solo en 28 días estallo  el problema y nos llevo a una de las crisis más profundas, de la cual aun no hemos podido salir del todo.

El signo mas claro para observar esta debilidad en la economía de México es precisamente  la caída en la recaudación fiscal, consecuencia principal de la falta de creación de riqueza, por no fortalecer a los sectores productivos del país.

Así lo demuestran las cifras mas recientes del inegi, donde se manifiestan que la informalidad va en aumento, reduciendo con ello el padrón de  contribuyentes fiscales, algo de lo siempre ha adolecido nuestro país.

Muchos escépticos manifestaran que entonces si no existe una mayor recaudación del país, ¿De dónde se sacaron los recursos para  construir la mega obras de esta administración? y la respuesta es sencilla, de los ahorros que durante muchos años, la fecha de inicio  es 1995, se crearon para diferentes fondos y fideicomisos que se crearon para evitar que  por cualquier circunstancia algún sector o grupo vulnerable  cayera en desgracia.

Estos recursos, que sumaron más de 300 mil millones de pesos  fueron los primeros que tomo esta administración para construir sus caprichos y dejar sin dinero esos fondos y fideicomisos para desaparecerlos y evitar que en los presupuestos federales se les otorgaran recursos.

El resultado fue una serie de modificaciones presupuestales que impactaron en los  sectores productivos, que significaron menor cantidad en la creación de empleos y riqueza para el país, presionando a su vez a las finanzas publicas.

Ahora en este tiempo donde se discutirá el Paquete Económico 2024, que establece un presupuesto de egresos de mas de 9 billones de pesos y  un endeudamiento cercano  al 5 por ciento del PIB nacional, ante una disminución en recaudación fiscal, debería ser un foco de atención por parte de los legisladores federales  para evitar seguir debilitando  las finanzas y economía del país.

El mayor porcentaje de este presupuesto, estará destinado a cuenta corriente, sobre todo con tintes electoreros, pero esto podría costarnos muy  caro, si los legisladores no modifican  este Paquete Económico, que repito, podría estallar en la próxima  administración federal, y  para salir de ella tardaríamos varias décadas pagando la falta de esas modificaciones.

México requiere de crecimientos económicos superiores al 5 por ciento cada año  para tratar de nivelar el barco que empieza a hundirse, y para ello hay dos formas de hacerlo, la más fácil es apostar por el fortalecimiento de  los sectores productivos  para crear riqueza y empleos y la segunda es realizar una reforma fiscal que lamentablemente es aumentar las tasas impositivas o crear mas impuestos.

Hay señales claras y soluciones adecuadas, pero si los legisladores no se aplican en realizar  el trabajo para el beneficio de todos, México sufrirá una crisis mayor a la 1994.

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